El tata de la Fiesta Internacional de Cuenteros “Alajuela Ciudad Palabra” es Juan Madrigal, mejor conocido como Juan Cuentacuentos, quien sin jugar de vivo nos contó que esta actividad es catalogada por los artistas internacionales como uno de los mejores del mundo.
“Los cuenteros lo dicen, porque han pasado 84 cuenteros internacionales y todos quieren venir a Alajuela porque lo hemos hecho con excelencia. Yo siempre les digo que me inventé el festival al que quería que me invitaran y tengo un grupo de más de 100 personas que me apoyan. Hay festivales buenos en el mundo, tampoco vamos a decir que somos el único, pero es uno de los mejores”, indicó el artista.
En el 2005, Juan fue designado como uno de los diez mejores cuenteros Iberoaméricanos y, además, ha escrito tres libros de literatura infantil que editaron en España, ganó el premio nacional como actor y obtuvo un premio en Cuba al arte de contar, lo que resume parte de su gran calidad.
Conversamos un poquito con Juan para saber un poco más de su vida y su talento.
–¿Cómo es la vida de un cuentero?
Igual a la de cualquier profesional, de hecho cuando voy a una fiesta y me dicen: ‘Llegó Juan, cuéntese un cuento...’, doy media vuelta y me voy de ahí, porque esta es mi profesión.
–¿Cómo se prepara para hacer un buen trabajo?
Uno se da cuenta cuando hay un cuentero que cuenta de memoria y no se trata de eso. Es como cuando uno va al cine, llega a la casa y cuenta la película, no se la sabe de memoria, pero la contó en cinco o diez minutos, contó la esencia. El cuentero se prepara para contar la historia y cuando lo hace tiene que cautivar, improvisar y estar muy pendiente de lo que pasa con el público. También hay que preparar el cuerpo y la voz, para que el público no tenga que preguntarse ¿qué dijo?
–¿Tiene algún ritual especial antes de una presentación?
Antes de empezar una función para mí es sagrado pedirle a la gente que apague el celular para dejarse llevar por la imaginación y la historia.
–¿Los cuentos son solo para los niños?
Es un estereotipo de que el cuento es solo para niños. En realidad el cuento nace para grandes, desde Homero con La Iliada y La Odisea, que tomó sus historias de la tradición oral. Los grandes trovadores y juglares contaban historias para adultos. Más bien el público infantil es el más difícil, hay muy pocos contadores de cuentos para ellos y yo puedo decir que soy un buen contador de cuentos para niños, modestia aparte. A los niños no se les pide la atención, se les roba…
–¿Qué anécdotas recuerda de estos años?
Para el segundo festival tenía todo preparado y como estábamos empezando teníamos solo a cuatro cuenteros invitados. La noche anterior me di cuenta que no llegaría uno, por lo que me tocó a mí contar, por lo que fue un festival muy desgastante, ya que también tenía las labores de organización. Otra vez, un cuentero colombiano vino sin la vacuna de la fiebre amarilla y lo tuvimos día y medio en el aeropuerto, así que tuvimos que recurrir a la ministra de Salud para que no lo devolvieran a su país y esperar a que llegara el carnet de vacunas.
–¿Se vive de esto?
Sí, cuando uno lo hace con seriedad. El que es bueno en lo que hace, siempre va a encontrar trabajo.
–¿Cómo nace el festival?
Yo vi un festival en Colombia hace muchos años y oí a un cuentero español. Me enamoré tanto de lo que él hacía en escena que me propuse traerlo a Alajuela para que mi gente lo escuchara, así nació.
Apúntese
Domingo 8
10 a. m. Parque central de Grecia, Juan Cuentacuentos (CR).
11 a. m. Parque central de Oreamuno de Cartago, Hanna Cuenca (Colombia) y Matías Tárrada (España).
2 p. m. Teatro Municipal de Alajuela, Elías Vargas y José Martínez (CR).
7:30 p. m. Museo Juan Santamaría, Wilmer Oconitrillo (CR) y Yoshi Hioki (Japón).