Una jovencita de San Carlos destacó en la Olimpiada Juvenil Internacional de Ciencias y consiguió para Costa Rica una medalla de bronce, en la competencia que se llevó a cabo a inicios de diciembre, en Tailandia.
Sol Moya es una muchacha, de 15 años, que participó junto a otros cuatro costarricenses y fue la única tica en ganar una presea. En esta olimpiada participaron jóvenes de 55 países.
LEA MÁS: Alfio Piva, “papá” de la escuela de veterinaria del país, no tiene mascotas y nos cuenta por qué
Moya vive en La Abundancia de Ciudad Quesada. Al momento de participar en la olimpiada era estudiante de noveno año del Centro Educativo Carmen Lira y para el 2024 cursará décimo en el Colegio Científico de San Carlos.
Días después de su participación, Sol conversó con La Teja y confesó que aún no se la cree. Además, contó cómo se dio el proceso para salir airosa en tan exigente prueba.
“Sinceramente, pensé que no iba a ganar, porque uno va allá y conoce gente que está mejor preparado que uno, había muchachos que salieron de los exámenes y decían que estaban muy fáciles y cuando dijeron que yo había ganado no me lo esperaba.
“La verdad no lloré, porque estaba muy impresionada, todavía lo estoy asimilando”, destacó la joven, quien estuvo en tierras asiáticas, del primero al diez de diciembre.
Pasatiempos. A Sol le gusta la música rock, le gusta leer poesía o todo lo que se relacione con misterios. Tiene tres hermanos y su deseo es estudiar algo relacionado con las ciencias.
Sin creérsela
- ¿Quién la motivó a participar en la Olimpiada?
Siempre he tenido un buen rendimiento académico, las materias no me cuestan y cuando entré al colegio, la profesora de Ciencias, Alejandra Piedra, me dijo que tenía potencial para participar en la Olimpiada Nacional.
Al inicio no me llamaba la atención el hecho de participar y me inscribí para ver cómo me iba. En la Nacional del año pasado me dieron una mención honorífica, seguía sin creer del todo en mis capacidades y quedé entre las 100 mejores notas del país. Aún así, no pensé que llegaría a la Internacional.
- ¿Por qué dudaba de sus capacidades si es una estudiante destacada?
Uno puede ser muy bueno, pero sabe que hay gente mejor que uno, a pesar de que le vaya a uno bien, siempre habrá alguien mejor. Es bueno reconocer que se tiene alguna capacidad, pero no creérsela demasiado.
- ¿Cómo clasificó a la Olimpiada Internacional?
Es un proceso que empezó desde el año pasado, cuando participé en la Olimpiada Nacional. Allí escogen a las personas con las mejores notas y las llaman para iniciar el proceso de los que representarán a Costa Rica.
El año pasado escogieron a doce estudiantes y luego se hace un superexamen final para seleccionar a seis, pero en el camino dejaron de participar algunas personas, el grupo se fue cerrando y de repente ya había siete personas y luego quedamos cinco. Estábamos preocupados porque no sabíamos si nos iban a llevar, pero al final logramos participar.
LEA MÁS: Vecina de Cartago dejó de lado el rojo y verde para abrirle paso a la tenebrosa “Navidark”
- ¿Qué es lo que hacen en la Olimpiada Internacional?
Durante la Olimpiada Internacional se hacen tres exámenes: uno de opción múltiple, otro en donde hay que contestar preguntas de desarrollo y una prueba de laboratorio. En todos hay que responder preguntas de física, química y biología.
La prueba de laboratorio se hace en grupos y a mí me tocó trabajar la parte de química. En esta prueba a uno le dan un contexto y a partir de ahí uno desarrolla la prueba. Lo que nos pusieron a hacer era la determinación del hierro en el arroz, es decir, la cantidad de hierro que podría haber en una cantidad determinada.
Sin duda fue la prueba más complicada, pero trabajé con dos compañeros más y eso nos ayudó a que todo saliera bien.
- ¿Qué tal la experiencia en Tailandia?
El proceso es muy lindo, después de haberse esforzado tanto, es una experiencia enriquecedora. Nosotros somos de San Carlos y en el proceso final, mi mamá y yo nos teníamos que desplazar todos los sábados a San José para recibir clases.
Me encantó conocer gente de otros países y el orgullo de representar a Costa Rica. Además, en la actividad de inauguración estuvo la princesa de Tailandia Bajrakitiyabha y hubo que hacer una reverencia cuando nos presentamos frente a ella.
Esta actividad fue muy formal. Luego, pasamos los días entre las competencias y excursiones.
La premiación fue el 9 de diciembre, dieron varias medallas, había más de 300 participantes y la verdad no le prestaba mucha atención al acto, pero cuando escuché mi nombre no lo podía creer. Le pedí la bandera a un compañero y de inmediato les escribí a mis papás.