Ronald Pérez Alfaro es un todoterreno, al que nada lo detiene por lo que si no tiene un cinco para ayudarse a comprar los implementos que necesita para practicar el atletismo, trabaja en lo que aparezca con tal de entrarle con todo a su pasión deportiva.
Este pulseador tiene miles de sueños y está convencido de que los cumplirá todos. Llegó a la edición 40 de los Juegos Deportivos Nacionales Icoder 2022-2023, con la convicción de lograr medallas en las pruebas en que participó y cumplió, al llevarse dos de plata y una de oro.
Fue plata en salto triple con una marca de 13.22 metros; medalla de plata en relevo 4x100 con un tiempo de 46 segundos y 1 centésima y en salto largo ganó el oro con una marca de 6 metros y 22 centímetros.
Para estar en los Juegos Nacionales este vecino del puro centro de Naranjo, entrenó bien fuerte y trabajó aún duro. Él no es de los que se arruga con el brete y por eso usted lo puede ver lavando carros, chapeando un lote, reparándole un mueble a una familia o entrenando sin parar todos los días porque siempre quiere correr más rápido y saltar más largo.
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Además, mientras la pulsea con cualquier tipo de chambita que aparezca y los entrenamientos, él estudia Ingeniería Agronómica en la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
“Es curioso, todo lo que tiene que ver con el campo, me gustó desde pequeño y después del cole (se graduó en el Liceo Experimental Bilingüe de Naranjo) se dio la oportunidad de entrarle de lleno a la carrera. Fue un conocido de la familia, que es ingeniero agrónomo, quien me apasionó por esa carrera desde chiquillo”, explica el atleta dorado.
El amor de Ronald por el atletismo no es de toda la vida, ya que antes practicó voleibol porque siempre ha sido alto (mide 1,87 metros), así que este deporte se le acomodó perfecto. Fue jugando voleibol que conoció a los miembros del equipo de atletismo, ya que viajaban en el mismo bus.
“Un día se me metieron las ganas de practicar atletismo y los del equipo me dijeron que hicieran una carrerita de cien metros y la gané. Estaba a finales de décimo año. A pesar de que nunca había practicado velocidad, gané ese pique. Eso fue muy sorprendente para mí y me enganché del atletismo, comencé a preguntarme ¿será que en atletismo puedo hacer algo?
Al principio estuvo en pruebas de velocidad, después, en un torneo navideño en San Carlos lo metieron en otras pruebas y fue ahí cuando su entrenador y él se dieron cuenta que saltando era donde podía desempeñarme mejor. Ronald comenzó con el salto largo y poco a poco se metió en el salto triple.
Estos Juegos Nacionales 2022-2023 son los segundos en los que compite, el año pasado ganó plata en salto largo y en salto triple ganó bronce.
Pulseador
La disputa de medallas va de la mano con sus largas jornadas trabajando.
“Yo no le digo que no a nada. Si me dicen que tengo que lavar un carro, lo hago con gusto, también corto zacate, le pongo a los trabajos de construcción, en fin, cualquier chamba que aparezca la hago, lo importante es ganarme una plata que me ayude a comprarme los zapatos y la ropa deportiva que necesito en el atletismo.
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“Es que no me gusta tirarles toda la carga a mis papás (Ronald Pérez y doña Ligia Alfaro), por eso trabajo en lo que aparezca y como, gracias a Dios estoy en la UNED, logro acomodarme con los horarios del estudio, de los entrenamientos y de los trabajos que aparecen”, explica.
El medallista naranjeño entrena en el gimnasio bien tempranito, luego de 8 de la mañana a 5 de la tarde trabaja, después entrena pista y por la noche le entra con todo al estudio.
“Todavía no hago jardines completamente, me falta aprender más. Estoy trabajando con un señor que me está enseñando, pero voy paso a paso con temas como usar la chapeadora porque me dicen que son un poco peligrosas, entonces voy despacio, con mucho respeto.
“Gracias a Dios siempre aparece un trabajito porque así voy ahorrando por si necesito cambiar de tenis o comprarme una pantaloneta. También cuento con la ayuda de una tía, porque un par de tenis especiales valen unos 80 mil colones”, aclaró.
Reconoce que no llegó al 100% a Juegos Nacionales porque hace quince días se dobló el tobillo derecho entrenando, pero dio todo lo que tenía a pesar del esguince grado dos.
“Uno entrega todo porque la experiencia de Juegos Nacionales es demasiado linda, a uno como atleta lo llena mucho. Me voy muy satisfecho porque logré tres medallas a pesar de la lesión que sufrí. Me despido de la categoría U-20 (menores de 20 años) y subo a la categoría U-23.
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“Di lo mejor gracias a mi entrenador (Erick Alvarado Monge), estoy muy agradecido con él porque le di la primera medalla de oro al cantón de Naranjo en estos Juegos Nacionales. Sigo motivado, ilusionado y enfocado que con mi trabajo diario lograré salir adelante con el deporte y la universidad”, concluye Ronald.