El amor por el café y el deseo de tener un negocio propio llevaron a una joven a dejar su profesión de ingeniera para darle rienda suelta a su imaginación y tener su propia empresa de bisutería, haciendo sus productos con granos de café.
Hellen Rodríguez tiene 29 años y vive en Santa María de Dota. Esta soñadora creó en el 2017 su marca, llamada “Gemitas”, al tiempo que trabajaba para algunas empresas, pero con la llegada de la pandemia por el covid-19 tuvo que tomar una decisión para seguir ganándose el arroz y los frijoles y por eso decidió que seguiría de lleno con este proyecto y al día de hoy, la pulsea como artesana.
Rodríguez contó que desde niña siempre le gustó el diseño, pero pese a que creció en una zona cafetalera no se relacionaba directamente con el grano. En su familia, sus abuelitos sí tenían relación con el café y su papá, don Marvin Rodríguez, trabajaba en un banco.
“Tuve una infancia muy feliz y tranquila, mi papá era quien se esforzaba por llevar el sustento a mi familia y siempre hubo dificultades, no le puedo mentir, pero trabajó muy duro para que a mi mamá (doña Martha), a mi hermano (Marvin Alonso) y a mí no nos faltara nada.
Superar un golpe
Hellen recordó que quería ser dueña de su negocio, pero no sabía qué hacer. En el colegio estudió diseño publicitario y ahí le fue picando el gusanillo de crear. Luego de buscar algunas opciones, encontró en el Tecnológico de Cartago la carrera que le podía ayudar a explotar ese deseo de crear.
“Logré ingresar al TEC, en la sede central para estudiar Ingeniería en Diseño Industrial, es una carrera que lleva temas de comunicación visual, la parte gráfica y uno puede trabajar en diseño de sitios web, aplicaciones, materiales gráficos como tal y diseños de productos.
“Como vivo largo de la universidad, tuve que irme a vivir con unos familiares, porque en el TEC las jornadas son extensas y no hay buses para llegar a mi casa tan tarde. A veces salía de clases a las 10 de la noche”, afirmó.
Esta emprendedora entró a la U en el 2014 y 3 años después quiso comenzar a explorar cosas diferentes. Hellen tiene unas manos privilegiadas y por eso, comenzó a aprender a hacer bisutería, como una forma de ganarse una platita, pues al estar en universidad pública no tenía mucho tiempo para laborar.
Se viene feria. Hellen y otros pulseadores participarán en la quinta edición de ExpoCafé Tarrazú 2024, que se realizará desde este viernes 15 y hasta el domingo 17 de marzo. La entrada es gratuita y se llevará a cabo en el Estadio Municipal de San Marcos de Tarrazú, de 9 a.m. a 10 p.m.
Terminó su carrera en el 2019 y comenzó a hacer trabajos por servicios profesionales, pero la pandemia la golpeó y se le cerraron muchas puertas.
“Esto me hizo pensar en el camino que quería seguir y decidí dedicarme de lleno a lo mío. Ya tenía una idea de cómo hacerlo, tenía mis redes sociales y de boca en boca ya me conocían algunas personas.
“Gemitas comenzó con productos muy básicos, como aretes, collares y pulseras. Luego comencé a conocer el alambrismo y macramé, quería variar la forma de hacer los productos y aprendí a hacer llaveros. En el 2022 lancé la línea de productos hechos a con los granitos de café”, expresó.
Nuestra región
Esta línea de artículos se llama “Nuestra región”, como una forma de generar un tributo al café. Esta artesana explicó cómo fabrica sus accesorios con el grano de oro. Para ella es un orgullo pertenecer a una zona cafetalera y que con eso se pueda desarrollar personal y profesionalmente.
“El café se produce y se recolecta en la zona, compro el café a un microbeneficio y me encargo de desarrollar la bisutería, explicando y dando a conocer el producto que se hizo en la zona.
“Uso el café tostado, no se le da un tratamiento gigantesco, pero esto lleva un proceso artesanal, en donde se le hace un huequito a cada granito, se tiene mucho cuidado con los granos, se limpian bien y cada producto tiene cuidados especiales, para que los granos se mantengan, no bañarse constantemente con las piezas, no golpearlos, si se moja el grano secarlo bien”, manifestó.
Además de “Gemitas”, Hellen también hace repostería y se siente muy feliz de ver a dónde ha llegado.
“Al inicio, cuando uno empieza con su negocio hay retos, porque hay temporadas buenas y no tan buenas, pero con el paso de los años he aprendido a ser más organizada.
“No me arrepiento del paso que di, esto es algo que me llena mucho, porque me permite desarrollar mi profesión, al crear y estoy cumpliendo el sueño que tenía de niña, de tener mi marca”, comentó.