Andrés Obando Villanueva tiene 28 años y desde los últimos tres tomó la decisión de hablar sobre Dios en Facebook desde su casa, en el barrio Villa Ligia, en San Isidro de Pérez Zeledón.
Comenzó sin saber absolutamente nada de redes sociales, grabaciones ni edición de video, pero ahí ha ido poco a poco.
Actualmente sus videos son vistos por cientos de personas. Ya tiene casi 11 mil likes en el perfil de Facebook que se llama “Andrés Obando”, en Instagram y YouTube lo encuentran como “El abuelo del grupo”.
¿Pero por qué decidió hablar de Dios en redes sociales?
“Hace como cuatro años iba en bus y estaba conversando con Dios, le estaba preguntando por mi destino, sobre qué quería él de mí. Entonces al analizar bien, en el bus en el que iba pude comprobar que la mayoría de personas estaban ocupadas con su celular, fue así que me llegó la respuesta del cielo, entendí que debía hablar de Dios pero en Internet, en redes sociales”, recordó Andrés.
Con el mensaje claro comenzó de cero porque no sabía ni cómo hacer un video de buena calidad. Cuando aprendió a usar programas para eso comenzó a realizar sus videos, los primeros llenos de errores, dice, sin embargo, eso no lo arrugó.
Ya con tres años de experiencia pudo establecer una agenda semanal.
Los lunes a eso de las 9:15 de la noche hace un Facebook Live de oración, dura como 45 minutos y la oración queda para quien guste descargarla a cualquier hora.
Los miércoles hace un video con algún tema que se viva en la realidad juvenil de la iglesia católica del país y a cualquier hora de cualquier día hace mensajes con Dios como fundamento para avanzar en la vida.
“Poco a poco se ha ido creciendo, con la ayuda de Dios. Me contacta gente de Estados Unidos, Colombia, Guatemala, El Salvador, incluso en México siento que estamos fuertes porque hay muchos contactos… la verdad nunca pensé que la gente iba a aceptar tanto a un joven hablando de Dios”, reconoce el generaleño.
Desde que comenzó ha recibido el apoyo total de sus papás, doña Grace Villanueva y don Juan Obando, así como de sus hermanos Gustavo, Jorge y Jonathan.
“Ya saben los horarios en que grabo y como es en algún lugar de la casa, hablan bajito y colaboran en todo para que los videos queden bien, mi familia ha sido pieza fundamental en todo esto”, aseguró.
Como desde los 17 años está en el grupo juvenil Sal y Luz de la parroquia de barrio Lourdes, en Pérez Zeledón, a sus 28 los muchachos de 14 y 15 años lo consideran viejito, por eso ha usado el nombre de “El abuelo del grupo”.
Con el paso de los días sabe que cada video tiene muchas visitas y recibe tanto comentarios positivos como negativos, por eso se concentra en continuar evangelizando y las críticas negativas ya no le afectan como al principio.
“Dios ayuda a que uno comprenda que debe seguir evangelizando a pesar de todo”, concluyó.