EscucharBailando. La encontramos bailando y bailando es uno de los estados en los que le encanta estar.
Sharon Jiménez es vecina de San Josecito de Alajuelita y le encanta bailar. “Cuando bailo siento una libertad total”, dice con tremenda alegría.
A esta bailarina, quien ya ganó cuatro títulos nacionales compitiendo en baile en silla de ruedas, la fuimos a visitar al gimnasio BN Arenas de la Ciudad Deportiva de Hatillo, porque ahí estaba recibiendo un taller de preparación en baile de silla de ruedas.
Tiene 34 años y hace dos se topó de frente con uno de los grandes amores de su vida hoy día, el baile.
“Fue amor a primera vista”, asegura. “Desde que bailé por primera vez en mi silla de ruedas me enamoré. Ya no voy a dejar de bailar nunca más. Estoy segura que el baile es para mi”, confirma muy decidida.
Alista su primera gran baile internacional, un festival en Colombia y por eso se está preparando muy fuerte con su instructora de baile, Raquel Hernández, de la Academia Raqsum. No solo Colombia, espera también ir a un torneo en Perú.
“Mi gran sueño es representar al país en un campeonato mundial de baile en silla de ruedas. Quiero defender la bandera de mi país ante el mundo. Espero pronto hacerlo”, nos explica Sharon, quien con dificultades puede caminar y hasta bailar movilizándose con sus pies, siempre y cuando su enfermedad se lo permita.
Grandes sueños
Este capítulo de baile en la vida de la alajueliteña se construye con tres pilares: la alegría de Sharon, su disciplina y sus ganas de cada día alcanzar una meta más alta.
“Siempre pienso en alcanzar la meta más alta por eso estoy en este taller para aprender a dominar más y mejor mi silla de ruedas eléctrica. Los mexicanos asisten a mundiales de baile y como yo quiero ir a un mundial también, necesito aprender mucho y bien”, reconoce Sharon.
Sharon decidió lleva el taller en el BN Arenas, con una instructora y dos bailarines mexicanos, porque, para decirlo en palabras sencillas, Costa Rica ya se le quedó pequeñita a la bailarina y quiere afinarse en su baile cada vez más para conquistar otros países y eventos mundiales.
“Luego de bailar en diferentes torneos y campeonatos nacionales gané ya dos trofeos de campeona en dúo y trío, además, trofeos por segundo y tercer lugar. Hace varios años jamás imaginé que desde la silla de ruedas iba a ganar trofeos bailando”, dice con orgullo.
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De acuerdo al diagnóstico médico, Sharon tiene parálisis cerebral con distonía generalizada. La distonía es un trastorno del movimiento que provoca convulsiones musculares involuntarias que se repiten y se mantienen. Inicia afectando solo una parte del cuerpo, pero después termina afectando todas las extremidades y el tronco.
La instructora de Raqsum explica que la entrega de Sharon al baile ya se convirtió en algo más grande porque “pasó de ser algo solo por ella a significar un mensaje más grande, un mensaje del sí se puede y de que no hay barreras”.
Eso sí, el gran problema que enfrenta esta bailarina es la silla de ruedas, porque la que tiene no es especial para bailar, de esas cuestan por encima de los tres millones de colones, además, se necesita dinero para las participaciones internacionales.
“En cada escenario donde ella se presenta deja un mensaje que ojalá les llegue a otras personas que también quieren bailar, están en silla de ruedas, pero creen que no pueden. Sharon deja claro el mensaje de que todo es posible”, asegura Raquel.
De su puño y letra, Sharon nos escribió un mensaje para todas aquellas personas que sienten que no pueden lograr algo en sus vidas.
“Cualquiera que sea el sueño o la meta que persigan, no dejen de insistir. Sean constantes y no se rindan. La vida es una, solo tenemos esta y debemos vivirla al millón por ciento”.
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Un deporte
Resulta que Sharon estaba en el BN Arenas en el primer Curso de Manejo de Silla de Ruedas para Baile Deportivo que realiza en el país la Federación Costarricense de Baile Deportivo (Fecobade).
Como en nuestro país no hay ni un solo experto en el manejo de silla de ruedas para baile deportivo, la Fecobade trajo a la profesora Sonia Mendoza, de la Federación Paralímpica Mexicana y dos bailarines, todos desde México. El curso se impartió el 5 y 6 de este marzo.
Nos explicó la profesional mexicana, quien tiene más de 20 años de experiencia que “es un curso introductorio a la paradanza deportiva para entrenadores y bailarines con o sin discapacidad, ya que da las bases para entrar en este mundo.
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“Vimos estilos, reglas, regulaciones del paradance, modalidades, clasificaciones funcionales y niveles del dance sport, además, con los dos compañeros bailarines que trajimos de México se dieron exhibiciones”.
