A las 11 de la mañana de este sábado 20 de marzo, Jendry Quesada Ulloa se casó con José Andrés Obando Díaz, después de haber pospuesto la celebración en dos ocasiones anteriores por culpa del covid-19.
El nuevo matrimonio vive en Aserrí, por eso dio el sí en la parroquia San Luis de Tosola. Hace un año, el 28 de marzo, tenían todo listo para unirse en santo matrimonio, pero la pandemia cerró todas las iglesias del país; en setiembre también intentaron casarse, pero la pandemia les volvió a decir que no. Fue en este tercer intento que lo lograron.
En junio del año pasado les presentamos a esta pareja que tuvo que devolver los anillos de matrimonio dos veces para que les borraran la fecha que tenían y les pusieran la nueva: 20 de marzo del 2021.
“Siento mucha alegría. Por fin llegó el día de casarse. Me alegra más ver a nuestras familias tan contentas. Han sido unos días de mucho ir y venir porque los detalles de una boda son lo que al final lo ponen a uno correr”, comentó la esposa.
“A pesar de que se suspendió la boda en dos ocasiones, siempre hay nervios. Todas las personas que estaban invitadas desde marzo del año pasado, nos acompañaron en este día tan especial. Yo estoy muy feliz”, aseguró José.
La Teja estuvo en Aserrí desde las 10 de la mañana, por eso comprobamos que las puertas de la iglesia las abrió el sacristán, Ignacio Calderón, a las 10:20 de la mañana y que una vecina de la pareja, doña Lucrecia Solano (de los Solano de Turrialba) fue la primera invitada que llegó a la iglesia, exactamente a las 10:32 a.m.
“Es muy linda esta pareja, yo estoy demasiada feliz porque por fin llegó el día de casarse. Yo tengo más de 30 años de casada y no creo que haya secretos para durar, lo importante es tener a Dios, respetarse y no dejar que el enojo dure mucho tiempo, siempre uno de los dos debe bajar”, aseguró doña Lucrecia.
El novio llegó a las 10:40 de la mañana junto con los tres hijos de la pareja: Diana Yariela, de 12 años; Reichel Naomy, de 10 años y Aidan Julián, de 9 años. La novia llegó bien puntual, a las 10:55 a.m.
El cura José Esteban Castro Leiva, el vicario de la parroquia aserriceña, quien tiene apenas dos meses en esa iglesia (anteriormente estaba el padre Carlos Castillo), fue quien celebró la misa.
“El matrimonio es una guerra, hablamos del combate del amor, el cual se gana con la oración para recibir siempre la ayuda del Espíritu Santo y la bendición de Dios.
“Recen juntos, lean la Biblia y medítenla juntos, tengan siempre a Dios en sus proyectos. No se les olvide que la oración es un seguro de vida para el matrimonio”, fueron parte de las palabras del padre Castro.
A las 11:55 de la mañana en punto, José y Jendry se dieron el beso ya como esposos en medio de un gran aplauso de todos los presentes en la iglesia. Una pequeña celebración en familia, respetando las medidas sanitarias, fue lo que siguió para después irse de luna de miel a Guanacaste.