Un jornalero de una platanera se enfrentó a un gran dilema: seguir pagando el alquiler o darle alimentos a su familia. Optó por la comida y tuvo que irse de donde vivía.
Pero como no tenía dónde quedarse se fue a La Platanera, en Sixaola de Talamanca, Limón, con su señora y tres hijos pequeños a construir un rancho. Allí viven ahora.
De no ser por los patrullajes que hace la Policía de Fronteras y el OIJ en los límites con Panamá, el triste caso de esta humilde familia nunca hubiera salido a la luz, pues fueron ellos quienes los detectaron y empezaron a actuar para ayudarlos.
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La familia tiene rasgos indígenas y Carlos Hernández, agente del OIJ, dijo que el papá les dijo que era nicaragüense, pero algunos conocidos le comentaron que es panameño.
“En realidad, no tenemos certeza, pero no nos estamos fijando en la nacionalidad, nos estamos fijando en las personas, en las necesidades que está pasando esta familia”.
Hernández dijo que encontraron a la familia a cien metros del río Sixaola, específicamente en La Platanera.
“Se ubicaron el viernes y hablamos con el señor, de unos 37 años. Son tres hijos, el mayor como de siete años, una chiquita como de cuatro y otro niño de unos dos”, dijo el oficial.
Añadió que el hombre les indicó que por el COVID-19 le rebajaron la jornada laboral y ya no le alcanzaba para pagar el alquiler y se tuvo que ir de la casa.
“O pagaba el alquiler o comía”, le dijo el hombre a uno de los oficiales.
Pero no crean que cuando habla de comer es porque tienen, es cuando hay y últimamente son plátanos sancochados, cocinados con la única olla que tienen, en una fogata improvisada.
Al ver la difícil situación que atraviesa esta familia, los oficiales unieron fuerzas y están canalizando ayuda para estas personas. Ellos quieren que se nombren como agradecimiento a las oficinas de Guápiles, Talamanca y Limón porque detectaron el caso.
“Pero es un montón de personal judicial el que se apuntó a ayudar”, aseguró Hernández.
Los agentes han conseguido platica con la idea de hacer una banca para sacar a esas personas de allí y pagarles un alquiler por tres meses al menos.
“Hay casitas de 50 mil colones, no es tan caro”, dijo el agente.
También han recolectado comida y un montón de ropa, pero deben revisarla para ver qué les puede quedar.
Para evitar broncas, los agentes no están recibiendo dinero, entonces si usted quiere ayudar puede comprar algo en un almacén de Gollo o Monge de Chepe o el que le quede más cerca y ellos lo retiran en Limón.
“Queremos evitar estafas”, explicó Hernández.
Si usted quiere dar alguna comidita puede visitar el facebook Familia Sixaola para coordinar la entrega.
“Ya tenemos donaciones, un chino de esta zona regaló una cama y un colchón y comida y han habido muchas otras ayudas”.
Hernández asegura que les dijeron que en la zona hay otras familias en condiciones similares.
“Primero era ayudar a una familia, ahora es algo más grande, pero sentimos que debemos hacerlo”.
El oficial dijo que, al parecer, la familia fue abordada por la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) que está regalando diarios a familias necesitadas, pero no sabe aún el resultado de esa intervención.
La Teja habló con Maickol Morales, del Comité Municipal de Emergencia de Talamanca, quien dijo que gracias a la labor de los oficiales, este miércoles localizaron a la familia y que será prioridad para ellos.
“Se coordina los trámites para que pasen la noche en un lugar más confortable por varios días y buscar otras ayudas”, aseguró Morales.
Agregó que se pondrían en contacto con el IMAS.
En esa institución nos dijeron que las jefaturas se enteraron gracias a la consulta de este medio y que coordinarán con la Policía los mecanismos para ayudar a esta familia y otras víctimas del COVID-19.