No todos los diputados son políticos de carrera, algunos llegaron a la Asamblea Legislativa sin buscar una curul, por pura “casualidad”, pero aún así su paso por el Congreso siempre deja huellas.
En las últimas semanas el nombre del diputado Jorge Dengo, del Partido Liberal Progresista, ha cobrado relevancia en los medios de comunicación porque fue quien presentó el proyecto de ley que sirvió de base para hacer una propuesta de consenso sobre una rebaja considerable en el marchamo, y fue quien lideró la comisión legislativa que analizó los cuatro proyectos iniciales que pretendían aliviar el bolsillo de los ticos con una baja en ese impuesto.
Dengo es máster en Administración de Negocios y abogado. Siempre había trabajado en el sector privado y estuvo fuera de Costa Rica más de diez años. Está casado con Carolina Campos y tiene dos hijos: Andrés de 12 años y Ana María de ocho.
Dengo se confesó con La Teja y reveló curiosos datos sobre cómo fue que, sin querer, llegó a ocupar una curul en Asamblea Legislativa.
— ¿Cómo se metió en política?
Parece paradójico, pero cuando uno está fuera del país y más lo extraña, es probablemente cuando más atención le pone al país. Cuando vivía fuera del país siempre me levantaba y me acostaba viendo lo que pasaba en Costa Rica, analizando.
Cuando todavía vivía en México, un amigo me invitó a formar parte del Partido Liberal Progresista y acepté porque por formación ideológica soy liberal totalmente y pues ahí empecé a formarme. Fui fiscal general del partido cuando estaba todavía en México y cuando regresé a Costa Rica.
— ¿Cómo llegó a ser diputado?
Por pura casualidad. Ya cuando estaba de vuelta en Costa Rica, un día Eli Feinzaig me dijo que habían tenido un problema, no recuerdo cuál, con uno de los candidatos a diputado, y me preguntó si yo podía llenar la papeleta porque ya tenían encima la Asamblea Nacional.
Le dije que sí con mucha reserva, porque la política nunca ha sido mi campo. Mi esposa, Carolina Campos, detesta la política con toda su alma y me preguntó qué posibilidades había de que yo quedara de diputado. Yo hablé con varias personas que conocen de política y me dijeron que eran casi nulas porque el partido era muy nuevo, entre otras cosas, así que dije ‘vamos adelante con eso’ y resulta que con el favor popular, pues aquí estamos. Ya cuando fui electo mi esposa me dijo que debíamos aceptar las cosas y ver cómo sacaba la tarea de la mejor manera.
— ¿Cuáles han sido sus prioridades en la Asamblea Legislativa?
Asumí tres ejes fundamentales: uno es bajar el costo de la vida para los costarricenses, otro es alivianar la carga administrativa que tiene la tramitomanía y los obstáculos para para hacer cosas y la otra que es fomentar que haya libre mercado y libre competencia.
— ¿Qué ha sido lo más difícil de ser diputado?
Tener que conllevar la discusión en temas importantes con razones y argumentos técnicos, mientras que otros legisladores utilizan solo argumentos emocionales y populistas, eso es muy difícil, pero es parte del juego de la política, desgraciadamente.
— ¿Cómo nació la idea de agarrarse con un tema tan bravo como lo es la rebaja del marchamo?
La experiencia de haber vivido tanto tiempo fuera de Costa Rica, de haber tenido carro fuera de las fronteras y de saber cómo funcionan esos temas en las otras naciones, es lo que me motivó.
En México tuve la oportunidad de tener buenos carros porque valen casi la mitad de lo que cuestan aquí y lo que se paga como marchamo es algo que se llama tenencia, nunca tuve que pagar más de $60 (¢32.193) o $70 (¢37.558) al año, que es muy similar a lo que se paga en Panamá. En Estados Unidos se paga unos $70 dólares por ese impuesto en dos años, o sea, $35 cada año.
— ¿Qué ha sido lo más difícil de sacar adelante el proyecto?
Conciliar posiciones con el Poder Ejecutivo. Probablemente si yo fuera el ministro de Hacienda estaría haciendo lo mismo que Nogui Acosta hace, proteger la bolsa del Estado; sin embargo, esto es un impuesto injusto, que no tiene precedentes.
Hemos sido responsables con la propuesta, se han hecho estudios y sabemos que Hacienda está percibiendo más recursos desde que se introdujo el IVA a servicios, que nunca habían estado grabados, por eso sabemos que el golpe para las finanzas del Estados es manejable.
— ¿Ha recibido presiones por parte del ministro de Hacienda o el presidente de la República?
No, nada de eso, tengo que ser muy transparente. Tengo con el señor ministro una relación de respeto, nos pegamos gritos frente a frente y lo hemos hecho en programas o en entrevistas porque cada uno está haciendo su trabajo, pero siempre en privado hemos tenido una relación cordial.
Con el señor presidente no he tenido la oportunidad de hablar, desde un principio traté de reunirme con él, le mandé un mensaje con la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz. Cuando me nombraron presidente de la Comisión de Marchamo tenía cuatro proyectos distinto de rebaja del impuesto y quería hablar con don Rodrigo para ver cuál era la posición del Gobierno, pero no se dio ese acercamiento.
— ¿Qué significa para usted ser quien propuso el proyecto de ley que daría, al fin, una rebaja considerable en el marchamo?
Me gusta ser parte de este momento, pude servir como catalizador en mi rol como presidente de la Comisión de Marchamo. Aunque la base del proyecto es mía, ya se le han hecho muchas modificaciones porque se le han agregado propuestas e ideas de las seis fracciones legislativas, así que ese proyecto ahora es de todos.
— Hace unos meses usted sorprendió con una declaraciones en las que dijo si le salía una oportunidad laboral buena estaría dispuesto a dejar su puesto como diputado ¿mantiene esa posición todavía?
Siempre estoy dispuesto a considerar lo que sea mejor para mi familia, antes que cualquier cosa, incluso antes que ser diputado, soy esposo y papá, y para mí esos son los dos trabajos más importantes que tengo. Lucho por ser el proveedor para mis hijos y sobre todo por estar presente en sus vidas, eso muy importante, ellos todavía están pequeños.
Mucha gente cree que aquí casi no se trabaja, pero la realidad es que yo todos los días desde que me levanto a las 5 de la mañana y hasta que me acuesto a la medianoche, paso leyendo cuestiones, proyectos, en reuniones y sí se le quita mucho tiempo a de calidad a la familia. Eso sí, mientras esté aquí voy a hacer las cosas con responsabilidad y dando lo mejor de mí.
— Si pudiera devolver el tiempo, ¿aceptaría de nuevo esa postulación para ser diputado?
Qué buena pregunta (ríe) sabiendo lo que ya sé (titubea), bueno, esa pregunta está truqueada porque ya tuve el aprendizaje que para mí es muy importante y va a ser muy importante a futuro para las cosas que quiero hacer profesionalmente, pero bueno, no, no aceptaría.