Nacional

Jairo está “encarcelado” en su propia cama

A vecino de Patarrá le urge tener de nuevo el seguro de la CCSS para seguir en control. Afirma que desde hace 9 meses no lo ve un doctor

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Los últimos tres años han sido muy difíciles para Jairo José Marín Mesén, quien ha vivido “encarcelado” en su cama porque la obesidad mórbida que tiene ya no le permite levantarse. Pesa 250 kilos.

Jairo tiene 36 años y es vecino de Guatuso de Patarrá. Estar siempre en cama es muy difícil para él siempre, pero en los últimos nueve meses todo se ha complicado.

Lo dejaron de ver en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) porque se le venció el seguro, afirma su mamá, doña Lorena Mesén Carvajal, de 60 años.

Los últimos tres años han sido muy difíciles para Jairo José Marín Mesén, ya que ha tenido que vivir “encarcelado” a su cama porque la obesidad mórbida que sufre ya no le permite ni levantarse
Jairo asegura que sus días son larguísimos porque casi siempre está viendo el cielorraso. Cortesía. (Cortesía)

“Por su obesidad él ocupa medicamentos especiales y constantes visitas de los doctores del Área Tres de Salud de Desamparados. Sí tenía todo eso, pero desde hace 9 meses, por el problema del seguro, nadie lo llega a ver”, dice la madre.

“Fue en julio del año pasado cuando nos informaron que ya Jairo no tenía más seguro y eso nos complicó todo. La gente del Área Tres nos mandó directo al IMAS para que ahí nos ayudaran, sin embargo, llevo todo este tiempo luchando por ese seguro, pero nada”, añade.

Doña Lorena, quien no entiende mucho de trámites y documentos legales, reconoce que todavía le faltan un par de documentos y la epicrisis de Jairo para poder llevar al IMAS todos los papeles que le piden. En eso está, corriendo para conseguirlos.

“Yo lo que tengo es una pensión por viudez (el esposo falleció hace 15 años) de noventa mil colones, de ahí tengo que sacar para pagar recibos, algunas pequeñas deudas y me quedan como 35 mil colones al mes para comprar la comida de Jairo y la mía. Eso no alcanza para nada.

Una cama especial ocupa Jairo para que su mamá, doña Lorena, pueda atenderlo mejor. Archivo.

“Esa pensión es mi único ingreso. Yo no puedo pensar en que a Jairo me lo vayan a tratar en la medicina privada, es imposible para nosotros pagar un doctor privado. Necesitamos la ayuda de la CCSS”, dice doña Lorena.

Como son ellos dos solitos, a doña Lore le toca ayudar a su hijo en todo y eso le afecta su salud porque debe luchar para moverlo, bañarlo, secarlo y vestirlo. Eso le demanda un gran esfuerzo.

Sin caminar

Hasta hace casi cuatro años, Jairo caminaba, incluso tenía su trabajito.

Su situación se complicó por una alimentación basada en comida rápida y al aparecerle dos lipomas, uno en cada pierna, los cuales crecieron muy rápido y en menos de seis meses ya lo tenía nsin poder caminar. Tuvo que renunciar al trabajo y estar todo el día en cama.

“Estoy muy asustado por mi salud. No me quiero morir. Necesito que la CCSS me ayude porque sueño con recuperarme, volver a caminar y trabajar para ayudarle a mi mamá, desde hace tres años lo único que veo es el techo”, comenta con tristeza.

Jairo es un saprissista de corazón, por eso se alegra cuando hay partidos de Saprissa aunque no le vaya bien a su amado equipo; el simple hecho de escuchar esos 90 minutos lo mantienen muy contento y entretenido.

Como buen amante del fútbol, reconoce que también le alegra la vida la selección nacional. Cada triunfo, cada gol de los muchachos de la Sele lo ponen a gritar y a moverse un poquito de alegría en su cama.

Eso sí, los partidos de su Saprissa y de la Sele los sigue a puro oído porque el único televisor de la casa está en la sala.

Deprimido

Por los tiempos de pandemia en que estamos, sobre todo en los últimos dos años, doña Lorena también siente que vive como encarcelada ya que pasa en un puro estrés por culpa del covid-19.

Doña Lorena, la mamá, está convencida que la comida rápida complicó el peso de su hijo. Archivo. (Luis Navarro)

“Me cuido demasiado. No quiero ni imaginarme que a Jairo me le dé covid-19 y nosotros sin seguro; se me muere de fijo porque no me lo atienden. Por eso casi no paso del portón y solo salgo a hacer los mandados muy necesarios, como el papeleo del IMAS para el seguro de él”, cuenta.

“Estoy muy agradecida con Dios porque mi hijo está muy sano. No ha tenido seguro y por dicha no se ha enfermado. Sin embargo, en lo sicológico sí estoy preocupada, porque me dice que los días se le hacen eternos por estar solo en la cama y no ver nada más que el cielo raso, como siempre me dice.

“En ocasiones lo siento muy deprimido, por eso me urge el seguro, para que en la CCSS me le ayuden con un sicólogo”, agrega la mamá.

Hablamos con el departamento de prensa del IMAS para ver el tema de esta familia, sin embargo, no aparecen sus datos en los registros; quizás se deba a que doña Lorena no ha entregado todos los papeles que le piden.

Eso sí, informaron en el IMAS que estarán muy pendientes del caso.

Jairo ocupa en estos momentos una cama especial, si usted quiere colaborar de alguna forma llame al 7160-6898.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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