Vanessa Alvarado, una investigadora de lo paranormal afirmó que la mayoría de cosas “mágicas” que fueron decomisadas este lunes a una mujer de apellido Noguera, que venía de Nicaragua, sirven para hacer baños y limpias, por lo tanto, podría decirse que era una brujita buena.
Doña Vanessa, una de las colaboradoras del programa de La Teja, ‘Misterios del Más Acá’, que se transmite los martes a las 7:30 p. m. en el “feis” del periódico, reveló que todos esos productos se consiguen en San José y son ingredientes de pócimas que en muchos casos funcionan como placebos.
- ¿Qué son esas cosas que decomisaron?
- No es nada extraordinario, si va a perfumerías en San José va a encontrar lo mismo. En la venta de artículos chinos venden eso, son complementos para hacer ciertos trabajos.
- ¿Qué pueden hacer esas cosas?
- La mayoría, por si solas, no tiene ningún efecto. Son placebos, para que las persona se sientan bien, seguras. Son para protección, no son polvos para magia negra o cosas por el estilo.
- Entonces, ¿es una bruja buena?
- Pues según esto sí, o, por lo menos, con esa mercancía, eso aparenta.
- Un brujo poderoso, alguien que puede hacer daño a otra persona, ¿utilizaría esas cosas?
- Es que se puede trabajar con muchas cosas, unos lo hacen con yerbas naturales, otros con magia negra, algunos con magia chamánica, son muchos tipos. De esas cosas que están allí, costaría que yo recomiende algo, pero se puede combinar, por ejemplo, alguna yerba con abre caminos, que digamos ese perfume cuesta conseguir aquí. Se usan para baños o limpias.
- ¿Cómo se trabaja eso?
- La persona se entera que alguien hace esos trabajos y entonces va. El brujo le lee las cartas del tarot y le dice, por ejemplo, su suegra le hizo una brujería y si no se lo quita, va a seguir enfermo. Entonces del susto, la gente dice ‘¿qué hago?', y el brujo le dice, ‘le doy lo que usted necesita’, y le pone tres botellas por decir algo y le hace un preparado delante del cliente y lo vende. ‘Con esa bebida sanamos tal cosa’. La lectura de las cartas las cobran a cinco mil colones, pero los baños como en quince mil o en vente mil colones. Le sacan como el trescientos por ciento.
- ¿Y eso funciona?
- Lo comparo con la homeopatía, hay personas que se ciñen tanto en algo que dan pie a que ocurran las cosas. Digamos que a una señora se le fue el esposo de la casa, tiene una fuerte gripe de días y la echaron del trabajo. Todos se juntó y dice, ‘me tiene una brujería, estoy mal, alguien me echó algo, se les mete en la cabeza'.
"Entonces, cuando les dan, por ejemplo, la pomada canaria, lo que surge es un efecto placebo. La persona se sienten bien y dicen, ‘ok, me funcionó'. Por eso los que trabajan en eso jalan platilla. Pero la persona que acude a él, obviamente tiene que tener fe.
“Hay trabajos que se hacen de forma natural. Se mezclan ciertas yerbas y se combinan con esos ingredientes. Hay baños de leche, baños de cerveza que están relacionados con el desbloqueo de la parte monetaria. En la magia, cada elemento tiene su significado y función. Depende del cliente y de que lo haga creyendo.
- ¿Usted cree que ese decomiso era necesario?
- Estoy de acuerdo por un tema de impuestos, o por una normativa del Ministerio de Salud. Pero aquí esas cosas se venden a la libre y existe el peligro de un mal uso. Si alguien se lo toma y era para untar o si es alérgico a algún componente. Lo justifico porque no se sabe lo que está metiendo.
- ¿Pueden usarse para causar daño?
- Sí, pero para trabajar con magia negra se hace más con elementos naturales, con tierras, con minerales, con el mercurio, que se conoce como azogue, con fluidos corporales, sangre, semen, uñas, pelos. Para trabajos más pesados se usan huesos de cadáveres y hay un mercado negro para esas cosas.
- ¿Aquí hay?
- Aquí casi no se ve. Quienes trabajan con esas cosas cobran tres mil dólares por el trabajo, consiguen los huesos en ese mercado negro. Por ejemplo, un brujo, pero ya de esos bravos, de otro nivel, puede conseguir huesos o algún órgano de una persona que haya muerto de una enfermedad terminal para matar a una persona.