Un grupo de indígenas cabécar de Alto Chirripó, en Turrialba, dieron un verdadero ejemplo de trabajo en equipo, pues construyeron un puente y dos ebáis donde recibirán atención médica.
Con el puente se ahorrarán ocho horas de camino, ya que antes debían volar pata durante diez horas hasta el centro de salud más cercano, que está en Grano de Oro, a unos 40 kilómetros de distancia, es decir, ahora tardarán dos horas si van al dele y hasta media hora si se movilizan en cuadraciclo.
Por otra parte, en los centros de salud recibirán atención médica básica donde les darán seguimiento a los pacientes con fiebre, fracturas y citas con mujeres embarazadas.
De acuerdo con Juan Carlos Aguilar, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral Indígena de ese lugar, la obra fue financiada por ellos y construida por varias familias que pertenecen a la estrategia nacional para la reducción de la pobreza del programa Puente al Desarrollo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
“En el puente se invirtieron ocho millones de colones y en los dos ebáis doce millones (seis por cada uno). Estamos contentos por eso pero tenemos mucho que trabajar porque seguimos siendo una zona abandonada”, detalló.
Según Aguilar, cuando no existía el puente, las personas tenían dos opciones para recibir atención médica, una era dar la vuelta y la otra era atravesar un peligroso río que durante el invierno dejaba incomunicada a esta comunidad.
Gracias a esta inversión, ya no tendrán que arriesgar más sus vidas caminando extensos trayectos.
Las obras iniciaron en setiembre del año anterior y finalizaron en junio de este 2019.