Adán Chinchilla es maquillista y hace peinados bien bonitos. Él es vecino de Acosta, tiene su propio salón de belleza y todos los años en esta época se encarga de atender a dos clientes muy especiales: Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores.
Él tiene mucho talento y experiencia, prueba de eso es que Teletica siempre lo contrata para sus programas “Tu cara me suena” y “Dancing with the stars”, pero cuando se acerca la Semana Santa se entrega a esas dos imágenes de su comunidad.
Desde hace muchos años, él es el encargado de peinar a los dos personajes para que luzcan muy bien en las celebraciones de la Semana Mayor.
Aunque este año no habrá procesiones por la pandemia, sí se celebrarán misas y las iglesias estarán abiertas todo el día para que los fieles que quieran puedan ir a rezar, por eso las imágenes estarán esperando a los católicos.
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“Yo me llevo las pelucas para mi salón, las lavo, las peino, les pongo laca y luego saco un rato para ir a ponérselas a las imágenes, todo el proceso dura varios días. La peluca más complicada es la del Nazareno porque esa está mas expuesta y debo sujetarla bien a la cabeza para que no se vaya a caer, en cambio la de la Virgen va con un resplandor y un velo, entonces no se ve tanto y queda más firme.
“Es algo que me encanta, lo disfruto mucho, quiero hacerlo hasta que Dios me preste vida, es como una promesa que tengo y viene siendo una forma de pagarles todas las bendiciones que me ha dado durante toda mi vida”, aseguró el talentoso maquillista.
Bien vestidos
Pero los santos de Acosta no solo lucen lindos peinados en Semana Santa, sino que también siempre están bien vestidos y eso es gracias a la dedicación y devoción de doña Nora Mora, una acosteña de 84 años.
“Poco a poco le he ido comprando la ropita a los santos, siempre vestimos el Nazareno, a la Virgen de los Dolores, y a los apóstoles Pedro y Juan.
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“El Nazareno lo alistamos para le Miércoles de Ceniza y los demás para la Semana Santa. Vamos al templo, los limpiamos, les ponemos la ropa y las pelucas”, contó.
La feligresa dijo que cada imagen tiene su propia ropa. A los apóstoles les ponen un camisón blanco, unas mangas que van aparte y encima una túnica y un manto a cada uno.
La ropa del Nazareno sí la compró la iglesia, a él le ponen una túnica especial púrpura. A la Virgen María le ponen un vestido bien bonito que se sostiene con velcro, lleva un encaje elegante y, además, le colocan un resplandor y un manto.
“Después de la Semana Santa yo les quito todos los trajes, me los llevo para la casa y los guardo en un baúl. Yo los llevo a la lavandería y me encargo de tenerlos listos para cuando se necesiten.
“Con todo esto de la pandemia, mi familia me ha cuidado mucho porque por mi edad soy una persona de riesgo, pero lo de la ropa lo hago con mucho cuidado, respetando los protocolos. Este año las imágenes se van a poner en un gimnasio que tiene la iglesia para que la gente las pueda ver. Dios primero esto pase pronto y el próximo año ya podamos tener una Semana Santa normal, con procesiones y todo”, expresó.
Cercanía
En la catedral metropolitana de San José las imágenes también están listas. El sacerdote German Rodríguez dijo que en estos días se han encargado de cambiarles los vestidos y las pelucas para que estén impecables.
“Definitivamente las imágenes son cercanas a los fieles, son una catequesis e inspiran al pueblo, por eso tienen gran importancia”, aseguró el religioso.
El cura dijo que aún no han decidido dónde pondrán las imágenes durante la Semana Santa, ya que quieren que estén en un lugar donde los fieles puedan acercarse, por eso están haciéndole mente a cuál es la mejor posición dentro del templo.
Aunque muchas personas creerían que por la pandemia los santos están empolvados, en muchas parroquias siguen estando activos y en acción.
El sacerdote Víctor Jiménez, de la iglesia de Hatillo 3, dice que en su comunidad los santicos han estado cerquita del pueblo.
“Las imágenes, por lo menos acá, no han se han quedado empolvadas. Ya cuando se pudo, en algunos casos se montaron en cajones de un pick up para hacer recorridos por la comunidad. También han adornado nuestro templo.
“El año pasado muchas parroquias sacaron las imágenes a las puertas de los templos. No se hicieron procesiones, y lo más parecido fueron caravanas en algunos lugares. Pero empolvarse creo que no”, dijo el cura.