EscucharPor el corre de diciembre a veces a la gente se le olvida que en la Navidad lo que se celebra es el nacimiento del Niño Dios.
Es por eso que el padre Marcos Morales, de la parroquia de San Jerónimo de Sardinal, en Carrillo de Guanacaste, se ha dado a la tarea de promover el verdadero espíritu de esta hermosa época con distintas iniciativas.
Desde hace dos años, cuando llegó a esa comunidad con pandemia de por medio, el padre Marcos le ha puesto bonito para embellecer la iglesia y aprovechar todos los espacios que tiene tanto en exteriores como en interiores.
Por eso una de sus primeras obras fue el “portalosky”, como bautizamos acá en La Teja el portalote que se construyó afuera de la iglesia de manera permanente y que estuvo a cargo del artista ruso Stanislav Tkachenko.
Este año el sacerdote iluminó la iglesia y el parque que está en frente con luces navideñas y puso música de villancicos desde inicio de diciembre.
Sin embargo, una de las actividades más recientes que introdujo el padrecito son las posadas, las cuales iniciaron desde el jueves 16 de diciembre y finalizan este 24 de diciembre.
Este último día se harán dos presentaciones, una a las 6 p. m. y la otra a las 8 p. m., luego de las misas de 5 p. m. y de 7 p. m.
Las posadas anteriores fueron a las 6:30 p. m. y fueron un éxito, pues muchos niños llegaron a la iglesia con sus padres para compartir de las actividades en familia.
“Se hacía el canto de la posada, la representación de la Sagrada Familia buscando posada y al final se les abría la puerta de la iglesia y entraban todos los pastorcillos con los niños y se cantaban villancicos, cartas de Navidad y yo emitía un mensaje motivando a la vivencia de este tiempo de Navidad”, explicó el padre Morales.
Regalos y confites
Una vez hecho el ritual, los jóvenes de la parroquia organizan dinámicas con los niños, les dan regalitos, cantan villancicos y se les reparte bolsitas con confites.
Según el registro diario que lleva la iglesia, por cuestiones de protocolo, a la hermosa actividad asistieron 80 pequeñines y 40 padres de familia, para un total de 120 personas por día.
“El mensaje siempre es adaptado para los niños, por lo que significa este tiempo para la Iglesia y las familias cristianas”, explicó el sacerdote.
Para el padre Marcos una de las cosas que más lo llenan de satisfación es ver la alegría de los niños que llegan, participan, aplauden y saltan junto a otros pequeños.
“Y por supuesto, que la felicidad no se puede ocultar al momento en que reciben el regalito, que es una sorpresa para ellos y ha sido la comunidad la que ha aportado los confites, los globos, galletas y los regalos de manera voluntaria”, explica el religioso.
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Ambiente familiar
La intención de todos estos esfuerzos hechos por la parroquia es que los vecinos puedan convivir en un ambiente sano y familiar.
Los adultos mayores también participan de las actividades de la iglesia y, según el padre, también parecen chiquitos de la felicidad que demuestran.
Sigue
Como el padre no se queda quedito, al portalote que inauguraron en el 2020, con las figuras principales de la Sagrada Familia, el Niño Dios y el pesebre, este año ampliaron el proyecto en la que se ve a Jesús compartiendo su palabra en su vida adulta con dos muchachos y dos niños que lo escuchan atentamente.
Además, colocaron otros animales como iguanas y ovejas cerca de Él.
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Como las figuras del portal son hechas de cemento y a escala natural, los niños disfrutan montándose sobre las ovejas y la mula y sus familias aprovechan para tomarles fotos.
Esto también ha servido de atractivo turístico para visitantes de otras comunidades de Guanacaste y todo el país para conocer el portal y tomarse fotos de recuerdo.
“Ha sido muy bonito porque atrae a muchas personas que pasan y se detienen a verlo y hasta vienen directamente a conocerlo, porque han oído de su existencia por las noticias que en la misma Teja nos han hecho”, comentó el padre.
El padre está tan orgullo del reportaje que hasta mandó a emplasticar la nota que le hicimos en La Teja y la pegó en el portalote para que la gente pueda conocer bien la historia de cómo nació la bonita idea.
