El primer día del encuentro sobre Exorcismo y Oración de liberación, promovido por la Iglesia católica costarricense, hubo una caída internacional de Internet, se fue la luz en la zona del hotel San José Palacio, sede de la actividad, y también se sintieron dos fuertes temblores en la madrugada y en la noche. ¿Casualidad?
La reunión se realizó entre el lunes 21 y el jueves 24 de junio y contó con la presencia de los especialistas del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, líderes en temas de exorcismo.
Entre los especialistas que asistieron destacó la presencia del padre Cesare Truqui, quien fue discípulo de nada menos y nada más que el sacerdote y exorcista italiano más renombrado de la historia del catolicismo, Gabriele Amorth, ya fallecido.
El curso contó con 300 participantes, pero hubo algunos que esperaban más porque creían que verían exorcismos en vivo y a todo color al mejor estilo de Hollywood, con gente caminando por las paredes o que escucharían gritos satánicos o voces de ultratumba, pero en realidad se trató de una actividad académica.
Hubo presencia de laicos, obispos y sacerdotes de Tiquicia, Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Panamá, Colombia, Perú, Chile, Brasil, Argentina y Puerto Rico, según confirmó Jeison Granados, director de radio Fides. La gran mayoría tuvo que pagar casi 120 mil colones para participar en el encuentro.
“El curso estuvo dirigido a sacerdotes, miembros de la vida consagrada y laicos, con el fin de ayudar a la reflexión y la correcta comprensión de este sacramental de la Iglesia católica”, explicó el padre Jafet Peytrequin, organizador.
También dio clases el padre español, Pedro Barrajón, especialista en Teología y quien ha dejado frases contundentes como: “La sombra de Satanás crece con las redes (sociales)”.
“Este curso se dio por primera vez en Roma (Italia) en la universidad Regina Apostolorum donde se forman sacerdotes, pues nos fueron solicitando mayor formación en temas de exorcismo porque se topaban con casos que no sabían afrontar muy bien.
“Es un curso que se ha ido consolidando y adquiriendo prestigio internacional con la iglesia porque se aborda el tema del exorcismo desde diferentes puntos de vista; no solo la teológica, también se ve desde la óptica litúrgica, bíblica, canónica, histórica y apoyado por las ciencias humanas como la sociología, la sicología y siquiatría”, destacó el padre Barrajón, quien es profesor de Teología en Italia.
El padre Barrajón lamentó que la gran mayoría de la gente solo piensa en las películas que hace Hollywood cuando se habla del tema del exorcismo o la posesión, ya que según él, en la vida real el tema no es así de espectacular.
Nada de Hollywood
“Este fenómeno (el exorcismo) a primera vista podría darnos un poco de miedo, pero tiene que ser afrontado con sencillez, con fe y con un espíritu de gran objetividad por los mismos exorcistas, porque dicen muchos de los exorcistas que la mayoría de los casos que les llegan no son verdaderamente posesiones, sino otras cosas. Es fundamental que se pueda ayudar a la gente. Es un ministerio de misericordia, porque se le ayuda a gente que sufre.
“Es bueno que haya sacerdotes y laicos bien formados en el tema del exorcismo porque es un ministerio que si no se hace bien puede provocar otros males. Un doctor tiene que ser bueno, debe formarse y lograr experiencia, así sucede con los exorcistas.
“La Iglesia (católica) tiene mucho cuidado que la fe no sea tomada como superstición, por eso en este tema se debe aprender y estar claro. La fe cristiana es un unirse personalmente a Cristo y esa fe debe ser cultivada. El curso profundizó en los motivos pastorales, teológicos y en el porqué el exorcismo.
“Hay gente con mucha buena voluntad, pero que hace mal un exorcismo. Esto no es un acto de superstición o magia, es un sacramento grande en el cual se manifiesta el poder salvador de Jesucristo”, agregó Barrajón.
El papa Francisco hace un llamado a no considerar la existencia del maligno como un mito, un símbolo o una idea, sino como una presencia real, pues de otra forma, según él, ese engaño nos lleva a bajar los brazos, a descuidarnos y a quedar más expuestos.
“No aceptaremos la existencia del diablo si nos empeñamos en mirar la vida solo con criterios empíricos y sin sentido sobrenatural. Precisamente, la convicción de que este poder maligno está entre nosotros, es lo que nos permite entender por qué a veces el mal tiene tanta fuerza destructiva”, dice el Papa Francisco, en el numeral 160 de la Exhortación Apostólica Gaudete Exsultate (“Alegraos y regocijaos”).
Precisamente, porque Francisco ha sido uno de los papas que más habla abiertamente del diablo, es que salta la gran duda: ¿era urgente un curso sobre exorcismo en Costa Rica?
El papa, el diablo y monseñor Garita
A lo que el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José Manuel Garita, responde: “Es un curso muy importante, muy necesario, era un tema y una experiencia que había que abordar formalmente, con toda la seriedad del caso y con mucho rigor académico.
“Es una experiencia muy compleja, estamos hablando del misterio del mal y aquí se requiere formación, discernimiento, experiencia y, sobre todo, el acompañamiento de la iglesia. Quedó claro eso, que puede haber gente con buena voluntad que quiera ayudar a personas con un mal extraordinario, pero no basta eso, hace falta la acción y el acompañamiento de la iglesia”.
Monseñor Garita reconoce que la Iglesia católica costarricense tuvo que tocar este tema seriamente desde hace mucho tiempo y que los ticos hemos comido mucho cuento sobre el exorcismo debido a lo que nos venden las películas y las redes sociales.
“Es un tema que teníamos que asumirlo a ese nivel, seria y responsablemente. El mal existe y no podemos dejarnos engañar, porque el mal se vale de todas esas confusiones, por eso hay que estar alerta y tener las armas y los instrumentos que se necesitan. Hay que ser serios, profundos y responsables. Hace falta mucha formación, eso nos hace analizar dar otro curso”, agregó monseñor Garita.
Extraña ausencia. Extrañó que el recién nombrado, oficialmente y bajo decreto, exorcista de la diócesis de Tilarán-Liberia, el padre Javier Francisco Dengo Esquivel, no llegó a esta preparación de la Conferencia Episcopal de Costa Rica.