EscucharOficialmente, el Gobierno no tendrá voz ni voto en cuanto al futuro del nuevo hospital de Cartago, luego de que la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), firmara un acuerdo que deja por fuera al Ejecutivo.
A modo de resumen, el pasado martes 4 de marzo, tras una votación, que terminó 5 contra 4, se decidió que sea la Junta de Adquisiciones la que tome la decisión sobre qué va a pasar con el proceso de licitación.
Y, ese acuerdo entró a regir esta semana.
Ahora, ¿por qué se dice que el Gobierno quedó fuera? Muy sencillo, porque la Junta de Adquisiciones está conformada por los gerentes de la CCSS, a diferencia de en la Junta Directiva de la institución, donde tienen representación por dos lados.
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Primero, a través de su presidenta, Mónica Taylor, que es afín al Gobierno, y segundo, a través de dos representantes: Edgar Villalobos y Francisco González.
Parón
Hay que recordar que este proyecto lleva más de cinco meses paralizado, luego de que la empresa Promotora y Desarrolladora Mexicana de Infraestructura S.A. de C.V., dejara el proyecto tirado.
Esto obligó a la Junta Directiva de la Caja a reabrir el proceso de licitación y considerar la segunda mejor oferta que, en este caso, le corresponde a la Compañía Constructora Van der Laat y Jiménez Sociedad Anónima, con la que se atrasaría la obra por un máximo de un año.
El problema es que Van der Laat y Jiménez S.A., no se escogió desde el inicio porque su oferta es $80 millones más cara.
Esto ha generado molestia en el Gobierno, ya que han dado a entender que hay nexos con la empresa Van der Laat, y alegan que darles la adjudicación sería un error.
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La molestia es tal, que el presidente Rodrigo Chaves, calificó la situación como “asquerosa y repudiable”.
“Califico como una actitud, verdaderamente, asquerosa. Da asco y repudio, involucra las redes de cuido más profundas de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP), de los mandos medios de las CCSS y la empresa Van der Laat.
“Ahí hay una red que huele a putrefacto”, criticó Chaves.
Antecedentes
Los problemas con la construcción del hospital comenzaron desde el 2023 cuando se habló de que el terreno que escogió la CCSS era el más caro de entre las 11 ofertas que se recibieron, además de que surgieron dudas sobre su viabilidad.
Una vez que la Caja aseguró que sí era apto para construirse, se abrió el proceso de licitación, el cual lo ganó la empresa mexicana.
No obstante, el 19 de setiembre del 2024, anunciaron que dejaban el proyecto por fluctuaciones en el tipo de cambio del dólar y, por criterios encontrados entre la Caja y el Ministerio de Salud sobre la conveniencia de construir el hospital en el terreno elegido.
Para octubre de ese mismo año, la Dirección Jurídica de la Caja emitió un informe en el que se le sugiere a la Junta Directiva, analizar las otras ofertas que se presentaron para la construcción del hospital.
Y tras meses de debate dentro de la Junta Directiva, en los que no lograron ponerse de acuerdo, se tomó la decisión de transferir la decisión a la Junta de Adquisiciones.
