Daniel Hernández es un joven de 30 años y mide 1,27 metros.

Él vive en Platanillo de Turrialba con su mamá, quien también es una persona pequeña, y con dos hermanos de estatura promedio.

Durante toda su vida Daniel ha enfrentado limitaciones debido a su estatura; sin embargo, es muy positivo y siempre le pone buena cara a las dificultades.

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Al consultarle a Daniel cuál ha sido la limitación más grande que ha enfrentado en su vida no dudó en decir que la de conseguir trabajo.

“He enviado el currículum a diferentes empresas para alguna oportunidad, pero no he tenido suerte. Sé que debido a mi altura en ocasiones se hace difícil hacer alguna tarea, pero uno se las ingenia para poder lograr el objetivo”, aseguró.

Hace unos años Daniel tuvo la oportunidad de ganar platica participando en las corridas de toros de Zapote. El valiente turrialbeño dejaba el miedo en la barrera y se metía a torear y hasta hacía trucos con los toros. La platica le caía bastante bien, pero debido al enorme riesgo que corría cada vez que se metía al redondel, prefirió no participar más.

Luego de los toros estuvo trabajando tres meses en Liberia, en una verdulería, pero desde enero del 2021 está desempleado.

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De puntillas

Como su mamá también es de talla pequeña, en su casa la mayoría de cosas está adaptadas para que los dos puedan hacer cualquier cosa, pero una vez que salen a la calle eso cambia porque a veces hasta subirse a un bus es complicado para ellos.

“Soy de salir poco, casi no voy a supermercados o centros comerciales, pero en ocasiones sí me ha pasado que voy a comprar alguna cosa y cuando llego veo que la infraestructura está hecha para una persona de tamaño promedio, por ejemplo, cuando se va a comprar el tiquete para un bus.

“En esos casos no me queda más que pararme de puntillas para tratar de llegar bien al mostrador”, relató.

Para hacer conciencia sobre los obstáculos que enfrentan a diario las personas pequeñas, la diputada Katherine Moreira Brown, del Partido Liberación Nacional (PLN), propuso un proyecto de ley para crear el Día Nacional de la Persona de Talla Baja. La fecha establecida sería el 25 de octubre.

“La sociedad actual debe ser inclusiva, es por eso que como legisladora busco promover la toma de conciencia sobre las distintas situaciones que enfrentan las personas con talla baja. Ellas son personas iguales a nosotros que tienen mucho que ofrecernos, son talentosas, inteligentes, con muchísimas ganas de trabajar”, asegura la legisladora.

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Gran avance

Al conocer el proyecto de ley, Daniel se sintió muy contento, ya que dice que de ser aprobado se pondrían sobre el tapete las situaciones que a ellos les toca enfrentar y que muchas veces nadie nota.

“Me parece muy buena la iniciativa, así las personas de la sociedad notarán más sobre nosotros y verán que somos igual a cualquier persona, solo que tenemos capacidades diferentes, pero que en ocasiones se nos complica realizar algunas tareas de la vida cotidiana”.

Ahora habrá que esperar para ver si el resto de diputados apoyan la iniciativa y crean ese día tan especial.