Eduardo Muñoz es un vecino de Rohrmoser que está viviendo una pesadilla con el cobro de los recibos del agua y es tanto el estrés que está viviendo que ya le está afectando la salud.
El viernes pasado les contamos que a Eduardo le llegó un recibo por ¢1.005.000, cuando normalmente le llegaba entre los ¢8 mil y los ¢14 mil.
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Pues, como si eso fuera poco, el sábado se dio cuenta de que tenía al cobro otro recibo, esta vez por ¢422.034.
Él se siente indignado porque aún no se ha resuelto el tema del primer recibo y ahora ya tiene otro cobro altísimo.
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“Es inaudito ver cómo Acueductos y Alcantarillados tiene un desorden interno y que ni siquiera saben lo que están haciendo. Como es posible que en menos de un mes lleguen dos recibos y, en vez de restar, suman, porque si hubiese sido una corrección del recibo anterior no aparecía el monto acumulado cuando consulto los pendientes del NIS, de igual manera no lo hubiera aceptado porque ese segundo recibo también está alto y en esta casa solo vivimos dos personas y consumimos poca agua.
“Esta situación me está generando mucho estrés, soy diabético y estoy manejando unas glucemias muy altas por el estrés. Apenas vi el segundo recibo volví a llamar para reclamar y me dijeron que tenía que mandar gente a revisar, yo les dije que este lunes 20 de enero iban a hacer una visita por el tema del primer recibo y el muchacho que me atendió me dijo que ahora tenían que hacer una visita más por el segundo recibo, pero eso es ilógico, porque es sobre el mismo tema”, manifestó.
Eduardo dice que lo que más le preocupa es que los dos recibos vencen este mes, el que tuvo corte al 17 de diciembre, que es de ¢1.005.000, debe pagarlo antes del 23, y el que tiene corte al 17 de enero y es por ¢422.034, antes del 31.
Muñoz dice que la incongruencia del AyA es tal que la institución asegura que el primer recibo llegó muy alto porque hay una fuga interna en su casa, pero si eso fuera así, el segundo recibo hubiera llegado igual.
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Esperó a los funcionarios del AyA y nos lo vio
El afectado cuenta que este lunes estuvo pendiente para ver a qué hora llegaban los funcionarios del AyA y que a eso de las 10:30 a. m. la dueña de la casa en la que vive (él alquila) le dijo que la habían llamado para avisarle que fueron, pero no encontraron la casa, pero a Eduardo nunca lo llamaron.
“Le dijeron a la dueña de la casa que el cobro sigue en pie, pero eso no puede ser, es injusto”, dijo el hombre.
Más tarde él llamó a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y contó la situación que está viviendo.
Ahí le dijeron que debía presentar una carta de reclamo en el AyA (la dueña de la casa lo hizo la semana pasada). Acueductos tiene 10 días para responder, si no lo hace o la respuesta no es la esperada por el usuario, puede llevar esa misma carta a la Aresep y pedir que no le corten el agua hasta que esa institución haga una investigación y tome una determinación.
La Teja envió un correo al AyA desde el viernes pasado, pidiendo información sobre el caso, para saber qué es lo que está ocurriendo y cómo se solucionará la situación. Este lunes mandamos un nuevo correo, pero aún no hemos recibido respuesta.