Mientras en el salón parroquial de la basílica de Los Ángeles las autoridades de la iglesia Católica y de emergencias de Cartago anunciaban el operativo para la romería de este año, doña María Luisa Blanco Zúñiga de 86 años, hacía su propia peregrinación.

Por su edad, el recorrido esta vez fue menor, desde la catedral de El Carmen, en el centro de la ciudad brumosa, hasta la casa de la patrona de Costa Rica; eso sí, fue con la misma devoción y fe con la que la ha hecho toda su vida.

La señora llegó acompañada de su hijo Santiago Blanco y de su nuera Amalia Palacino este jueves 14 de julio a pedirle a La Negrita la intercesión por su vista y la recuperación de su hermano Francisco, quien lucha contra el cáncer.

Salieron de la catedral a las 11 pasaditas luego de escuchar parte de la misa.

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Según nos contó doña María desde chiquitica ha sido devota a la virgen de Los Ángeles y aficionada al Cartaginés; por eso siempre le decía a todo el mundo que el equipo blanquiazul sería campeón y, según nos dijo este jueves, la madre de Jesús se lo concedió.

“Estamos felices porque ya pudimos volver y que la iglesia esté abierta nuevamente para recibir a todos los romeros que vienen con sus peticiones y promesas”, dijo la agradable romera.

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Aficionada brumosa

Doña María Luisa no tiene claro por qué se hizo brumosa porque nació en San Isidro de Pérez Zeledón, pero asegura que siempre le gustó el equipo. Hoy vive en Curridabat.

Lo que sí es claro es que su gusto por el fútbol lo heredó de su padre Jesús Blanco, exjugador de primera división con el Club La Libertad y luego del equipo generaleño, pasos que también siguió su hermano Juan de Dios Blanco.

Nos contó que vio el histórico partido completico y aunque se alegró, tampoco hizo mucho loco.

Ella era tan fiebre del Cartaginés que en sus años de juventud viajaba desde Pérez Zeledón para ver a los brumosos jugar.

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Vacaciones

Otras familias aprovecharon el periodo de vacaciones para darse una vuelta por la casa de la Virgen, recoger agua bendita y pedirle por sus seres queridos.

Tal fue el caso de las hermanas Merilyn y Paola Cordero, quienes viajaron desde Calle Blancos, en San José; fueron en tren junto a sus hijos Naomi y Eydan Delgado y Thiago Arias para pedirle a La Negrita que proteja a su familia.

Otros fueron don Carlos González y su esposa Alejandrina Zumbado, quienes llegaron desde San Antonio de Belén para darle gracias a la Virgen por los 51 felices años de matrimonio.

Aseguran que nunca faltan a la romería, aunque ahora que están mayores, prefieren adelantarla para evitar los tumultos.

“Vinimos a pedirle a la Virgen su intercesión por la salud de mi tía Alabinia Ureña Castillo, quien fue internada este miércoles y por el descanso eterno de mi mamá, Irma Ureña, que se me murió la semana anterior”, contó Marcela Ovares, quien llegó acompañada por su esposo Isaac Camacho y de sus hijos Mariángel y Daniel, desde La Unión.

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También aprovecharon el viaje para agradecer el reciente campeonato brumoso.