EscucharLos hijos de don Belfort Leiva y doña Xinia Quirós aún no asimilan la muerte de la pareja a causa del covid-19 y no han podido vivir el duelo en paz porque tiene una gran preocupación: los dos hermanos que vivían con sus papás se quedaron sin casa.
El matrimonio, que llevaba 30 años, era el sostén de Belfort Leiva Quirós, de 21 años y el más pequeño de la familia, Adriel, de 9 años.
De momento ellos se quedan en la casa de la hermana mayor, pero toda la familia desea recuperar la vivienda en la que crecieron con sus papás para que ese terreno les quede a Belfort hijo y a Adriel.
“Esa casa es muy especial para nosotros porque encierra recuerdos muy lindos de nuestra niñez. Ahí crecimos y fuimos muy felices, pero por problemas económicos la tuvieron que hipotecar y hace como cinco años se perdió, desde entonces no quedó más opción que andar alquilando”, contó una de las integrantes de la familia, quien pidió que no reveláramos el nombre.
“La casa es ahora propiedad de Grupo Mutual, la alquilaron varias veces, pero la gente no duró mucho, tiene ya tiempo de estar abandonada. Un tío ha estado en comunicación con la gente del Grupo Mutual y ahí le dijeron que la propiedad ya estaba en remate y que si nosotros estábamos interesados nos darían prioridad, pero tenemos que recaudar ocho millones de colones lo antes posible para recuperarla”, agregó.
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Urgen arreglos
La propiedad está en Fátima de San Pedro de Pérez Zeledón, pero esos ocho millones no son lo único que necesitan, como la casa está en abandono luego habría que hacerle un montón de arreglos que ni siquiera han cotizado, pero que calculan saldrán bastante caros.
“La casa tiene tres cuartos, la sala, la cocina, un corredor, un garaje, el patio y un cuarto en la parte de atrás, pero en realidad está muy deteriorada. Hay que hacerle reparaciones al techo, varias paredes de madera están podridas, hay que pintarla por completo y el cuarto que teníamos en la parte de atrás de la casa casi que hay que mejor botarlo porque está terrible”, contó la allegada.
La familia está haciendo una campaña, apelando a la buena voluntad de la gente, para que les ayuden a recuperar la casa y así asegurar el futuro de sus hermanos menores.
“Cuando murieron mis papás mucha gente nos ayudó, la familia no nos ha dejado solos ni un momento y gracias a esos gestos de bondad pudimos sepultar a nuestros papás, pero quisiéramos pedir de todo corazón que quien quiera colaborarnos con el tema de la casa lo haga porque nosotros solos no podemos reunir esa plata”, manifestó la mujer.
Luego de la muerte de los papás, Belfort Emanuel se puso a trabajar y eso le ayuda a distraerse y también ha podido aportar llevando comida a la casa de la hermana.
Por su parte, Adriel está enfocado en sus estudios, poco a poco ha ido aprendiendo a vivir sin los papás que tanto lo amaban.
“A todos nos ha costado, fue algo demasiado duro y aunque tratamos de consolarnos pensando que ellos están juntos en un lugar mejor, hay días muy tristes en los que no tiene uno ánimos de nada, el dolor es muy fuerte”.
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Doble golpe
Don Belfort y doña Xinia tenían 30 años de casados y esa bella unión se terminó el martes 12 de octubre, cuando ambos fallecieron a causa del coronavirus con pocas horas de diferencia.
Él tenía 55 años y ella 51.
El amoroso papá trabajaba en seguridad privada en el Ministerio de Salud y su esposa se encargaba de las labores de la casa. Sus hijos dicen que eran muy chineadores y que siempre andaban alegres.
La pareja empezó a sentir síntomas de gripe y cuando les faltó el aire fueron al hospital de Pérez Zeledón y les dijeron que tenían covid-19. Primero internaron a don Belford y días después a doña Xinia.
A los dos tuvieron que intubarlos por falta de oxigenación. El 12 de octubre en la mañana llamaron del hospital para decirle a la familia que don Belford había muerto y ese mismo día lo sepultaron. En la noche los volvieron a llamar para decirles que también su mamá había fallecido, a ella la sepultaron al día siguiente.
Si usted desea ayudar a esta familia puede depositarles por medio del SINPE móvil 8611-2434, a nombre de Johel Leiva Elizondo.
