¿Fuma? ¿Sabía que esta práctica además de afectar su salud, expone a sus hijos a padecer de asma bronquial o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)?

Esto porque el humo que usted libera en cada jalada que le pega al cigarrillo, es hasta cinco veces más perjudicial para la salud de los fumadores pasivos, como sus niños, que el que usted mismo inhala.

Esto le está provocando un daño a futuro a sus hijos, pues los expone a padecer EPOC y otros problemas respiratorios.

“Los niños que tienen contacto con el humo del tabaco inhalan sustancias tóxicas y cancerígenas como cianuro, amoníaco, nicotina, alquitrán y monóxido de carbono que les provoca en su vida adulta problemas para respirar porque se dificulta el ingreso y salida de aire a sus pulmones”, explica el doctor Alejandro Álvarez, médico de medicina familiar y epidemiólogo de COOPESIBA R.L.

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El médico asegura que los niños que son fumadores pasivos son más propensos a desarrollar en sus primeros años de vida bronquiolitis; después de los dos años y hasta la adolescencia padecen de asma: y a partir de ahí, tienen altas posibilidades de desarrollar EPOC en su vida adulta, la cual se manifiesta con síntomas como: ahogo, tos y expulsión de flemas.

“Aunque la enfermedad se desarrolla tardíamente, los estudios han permitido concluir que hay una relación causal directa entre el fumado pasivo en la infancia y el desarrollo de la EPOC, lo que aumenta la posibilidad de muerte de esos niños en su vida adulta”, agrega el doctor Álvarez.

Solo así

Si usted no quiere ser el responsable de producirle un daño a sus hijos, la única forma de prevenirlo, es dejar de fumar y en el marco del Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (17 de noviembre) le damos estos consejos.

“La principal recomendación para los padres de familia o fumadores es dejar el cigarrillo, para ello contamos con las Clínicas de Cesación de Tabaco en todo el país donde se les ofrece atención interdisciplinaria en psicología, medicina y varias especialidades. Si esto no es posible, lo que sigue es no hacerlo en presencia de los niños ni en un lugar cercano porque el humo permanece en el aire por varias horas. Tampoco hacerlo en presencia de mujeres embarazadas o con pacientes con problemas respiratorios”, enfatiza el médico.

También se aconseja hacer actividad física al menos 30 minutos al día porque mejora la capacidad respiratoria al fortalecer los pulmones.

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Aunque esta enfermedad no tiene cura, los síntomas se controlan con tratamientos como broncodilatadores, medicamentos para aliviar la tos y reducir la mucosidad, sin embargo, si siguen en contacto con el humo del cigarrillo llegan a ser pacientes diagnosticados como oxigeno-dependientes.