Monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora, obispo de la Diócesis de Tilarán, viajó hasta la frontera con Nicaragua para orar por monseñor Rolando Álvarez, quien hace una semana fue condenado a 26 años y 4 meses de prisión por el régimen de Nicaragua.
“Lo más cercano que puedo estar de mi hermano monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa… pude orar por nuestro hermano pueblo de Nicaragua, por la Iglesia, por sus pastores y especialmente por sus habitantes”, dijo monseñor Salazar.
Asimismo, el obispo expresó su sentimiento por el encarcelamiento injusto en contra del religioso de Nicaragua y pidió a todos los creyentes no dejar de pedir para que conceda un milagro en el país vecino.
“Mi corazón de pastor se siente herido por el encarcelamiento injusto de monseñor Álvarez, pero me llena de fortaleza haber venido a la frontera con Nicaragua a orar por él. No dejemos de implorar a la Purísima Concepción por un milagro para Nicaragua”, manifestó el obispo de la Diócesis de Tilarán.
Prohibieron orar por obispo Álvarez en Nicaragua
De acuerdo con ciudadanos nicaragüenses que agradecieron este gesto del religioso, en Nicaragua han prohibido orar en cualquier actividad religiosa por Álvarez.
“Monseñor, en Nicaragua se ha prohibido de facto orar en las Eucaristías por monseñor Rolando. La semana pasada se llevaron presos a 3 sacerdotes que en sus homilías y misa pidieron por él. Los liberaron y les advirtieron que era prohibido mencionar su nombre en misa. Ustedes que pueden hacerlo, ofrezcan y pidan a los demás sacerdotes ofrecer la misa por su libertad, por la de nuestro pueblo y principalmente para que seamos fieles a Dios y a su Iglesia en estos momentos de prueba. Gracias monseñor por no abandonarnos”, señaló un nicaragüense.
Ataque a Iglesia católica en Nicaragua
El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ha dado persecusión a religiosos, obispos y feligreses católicos del país, uno de los principales líderes de iglesia es precisamente Álvarez, quien fue acusado de supuesto traidor a la patria, al igual que otros cientos de nicaragüenses, por denunciar las acciones cometidas por Ortega y su esposa Rosario Murillo, quien además es la vicepresidenta del país.
Nicaragua ha expulsado a varios líderes católicos del país, entre ellos el nuncio apostólico, o sea, el embajador del papa Francisco en el vecino país. Además, ha despojado de su nacionalidad a varios católicos.