Un paciente de cáncer de próstata está viviendo una verdadera injusticia y pasando necesidades porque, pese a que cotizó toda su vida laboral, ahorita es que cuando más necesita el ROP no se lo quieren dar.
El afectado es un hombre de 61 años que el 1 de abril del año pasado fue declarado con incapacidad permanente debido a la enfermedad que padece, ya que el cáncer fue catalogado en grado IV con metástasis en huesos.
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Su hermano se cansó de ver la injusticia que vive el paciente y presentó un recurso de amparo en un intento desesperado de buscar una solución.
El reclamo es contra la Operadora de Planes de Pensiones Complementarias del Banco Popular y de Desarrollo Comunal S.A.
En el reclamo se detalla que el paciente usa una sonda Foley y que recibió 10 sesiones de quimioterapia paliativa en el Hospital de Liberia.
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“En la actualidad, tiene un deterioro de salud importante, no puede permanecer de pie ni caminar solo, presenta constantes desmayos y desvanecimientos, poco apetito y, constantemente, debe acudir a la clínica de Jicaral, que es el centro de salud más cercano, y si no logran estabilizarlo lo refieren al Hospital de Nicoya, a 70 kilómetros”, señala el recurso.
El hermano del afectado relata que el paciente recibe una pensión de 450.000 colones, de los cuales paga un monto por pensión alimentaria de 300.000 colones y con el restante debe cubrir sus necesidades básicas (alimentación, transporte, pañales, suplementos alimenticios, entre otros).
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Como la plata no le alcanza, el pasado 19 de junio el afectado presentó la solicitud del retiro del ROP ante la Operadora de Pensiones, sin embargo, a la fecha no se le ha entregado toda la plata.
Ante ese panorama, el hermano del hombre le pidió a los magistrados intervenir para que le diera la totalidad de la plata del ROP.
Los magistrados analizaron el caso y le dieron la razón al denunciante y ordenaron a la operadora de pensiones a entregar toda la plata en un plazo máximo de ocho días.