Un oficio de otro tiempo sigue muy vivo en Heredia gracias a la pasión y dedicación de don Víctor Julio Porras, un hombre que se niega a dejar morir la venta de deliciosos copos.
La Teja hizo un recorrido por las lindas calles de Heredia, buscando un héroe anónimo, ese que sale a trabajar y a sudar la camiseta, ahí nos topamos a don Julio, un herediano de cepa, quien con una sonrisa muy amable nos contó que tiene 30 años endulzando a los heredianos con sus deliciosos y tupidos copitos.
“Tengo 30 años vendiendo copos en toda Heredia. Yo inicié trabajando desde muy joven, tuve varios trabajos como el del campo, uno se acostumbra”, inició diciendo el lindo señor.
Víctor nos confesó que él vive en Jardines 2, camino a San Rafael de Heredia, y todos los días viaja desde temprano hasta el parque Central para trabajar.
“Yo me levanto temprano, desayuno, y de una vez me voy a trabajar al parque, por suerte aquí mismo en el centro me guardan el carrito, así no lo ando jalando”, agradece.
Para Porras el parque Nicolás Ulloa es su segunda casa, pues llega desde la mañana y se va hasta que cae la tarde noche.
“Aquí uno la pulsea, además se hacen amigos”.
Este pulseador nos contó que los días más movidos son los fines de semana y que la gente siempre apoya su trabajito.
Por eso, si usted visita Heredia, probablemente se lo encuentre ofreciendo sus deliciosos copos de diferentes sabores por 1.200 colones.
LEA MÁS: 57 mil vecinos de Heredia se quedarán sin agua en las próximas horas
Una de las cosas que nos llamó la atención de este señorón es que en su carrito de copos guinda varios llaveros, los cuales son muy especiales para él, pues son sus mismos clientes quienes se los regalan como amuleto de suerte.