Desde hace dos meses la Dirección General de Aduanas ordenó un cambio a la hora de descargar los barcos en el puerto de Caldera. Ese cambio ha significado que los empresarios que traen al país todo lo que usamos y comemos, hayan tenido que pagar de más unos ₵41.850 millones y ¿adivine al final de cuál billetera sale esa plata? Exactamente, de la suya, de su familia, de sus amigos y de la nuestra, o sea, del pueblo.
Si al empresario que trae mercaderías al país, por ejemplo pantalones, le cobran 10 colones en el país que compró los pantalones, en Caldera le cobran 10 por descargarle sus productos, paga otros 10 en impuestos y en transporte paga otros 10, pues a la hora de vendernos sus pantalones deberá cobrarse esos 40 colones y también incluir su ganancia.
Al final del día, será todo lo que pague el empresario para tener sus pantalones en la tienda lo que diga si ese pantalón a usted se lo venden en 50 colones o en 200 colones y así con todo, hasta con la comida.
Como desde hace dos meses los costos de descargar mercadería en el país aumentaron, la Cámara Costarricense de Comercio (CCCR) ya pegó el grito al cielo.
“El procedimiento que se está aplicando actualmente por parte de la Dirección General de Aduanas (DGA), donde se obliga a que todos los contenedores que ingresan por Puerto Caldera, deban salir directamente para los Estacionamientos Transitorios (ET),ha causado un impacto de 62 millones de dólares (esos son los ₵41.850 millones) en los importadores, en tan solo dos meses (julio y agosto de este año)”, explica la CCCR en un comunicado.
“Conscientes del momento crítico que enfrenta el sector le enviamos una nota, en días pasados, con una recomendación, al señor Presidente (Rodrigo Chaves), con el fin visibilizar y solucionar esta situación que ha venido afectando durante las últimas semanas al comercio y que se ha tornado en gravísimos atrasos y mayores costos de importación por la movilización de las mercancías desde el Puerto de Caldera, afectando la disponibilidad y el precio final de los productos al consumidor”, explica Mónica Segnini, directora de la CCCR y coordinadora de la Comisión de Comercio Internacional.
¿Cuál fue el cambio?
Un empresario traía algún producto al país y cuando llegaba ese producto a Caldera, después de pagar impuestos, negociaba con un trailero independiente o empresa de transporte de cargas, reclamaba su mercadería el día que la bajaban y ya, montaba en el trailer que negoció sus contenedores y listo para la foto, se llevaba sus contenedores a sus bodegas o al almacén donde vende sus productos.
Desde julio pasado la Dirección de Aduanas cambió todo, según lo que han explicado, para ser más rápidos a la hora de descargar barcos y que así no tengan que esperar tanto en Caldera.
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Ahora cuando a un empresario le llega su carga, es obligatorio que esa carga se vaya primero a un patio (los ET) donde lo dejarán para apurarse a seguir descargando el barco, sin embargo, todo el proceso de sacar el contenedor al patio, dejarlo en ese patio, después volverlo a sacarlo y dárselo al empresario, lo están cobrando adicional al empresario. Es plata que antes no se cobraba, pero ahora sí. Son esos ₵41.850 millones.
De acuerdo a números que hicimos con doña Roxanna Sosa Ortiz, directora y coordinadora de la Comisión de Aduanas y Logística de la CCCR, un contenedor, con el cambio dado, podría estar pagando casi millón y medio de colones más para el día en que el empresario logra poder llevárselo a su negocio, casi 10 días después, que es en promedio lo que se está durando.
Doña Roxana confirma lo que sabemos todos, que el puerto de Caldera ya se quedó chiquitillo para tanta carga que nos entra al país.
Para agrandar Caldera hay que sacar el proyecto a licitación y también conocemos esa canción: muchos meses de espera si es que alguna empresa no se resiente porque no ganó la licitación y la apela, lo que podría transformar los meses hasta en años.
Mientras arrancamos con lo de la licitación, se buscó la solución de pasar los contenedores a un patio, pero con eso a los empresarios les está saliendo más caro el caldo que los huevos.
Lo que pasa es que el caldo lo estamos pagando todos porque desde hace dos meses los empresarios han tenido que subir los precios de lo que compramos, porque a ellos se les ha puesto más cara la traída de mercadería.
Además, con el tema de los ₵41.850 millones, denuncia doña Roxana, hablamos de dinero que se fue para las manos de Caldera, las navieras y las empresas de transportes que tienen contrato con las navieras, solo ellos.
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“La cantidad de contenedores que está llegando al país urge nuevos y ágiles procesos para evitar el colapso del puerto, sin que ello signifique aumentarle costos y tiempos adicionales al importador, (los tiempos han pasado de 72 horas a 2 semanas aproximadamente)”, asegura la directora.
“Los estacionamientos no cuentan con suficiente equipo adecuado, no trabajan 24/7 (trabajan de lunes a viernes de 8 a.m. a 5 p.m.) ni cuentan el personal con que sí cuenta el puerto. Lo cual, en lugar de paliar, empeora muchísimo la realidad general para el importador”, advierte Javier Morales, presidente de la Cámara de Desarrolladores de Puertos y Fronteras.
Consultamos al ministerio de Hacienda y a la Cámara Nacional de Transportes de Carga, pero todavía no contestan.