Ya sea por un préstamo bancario, con una cooperativa, garrotera o por uno de la tarjeta de crédito, entre otros, una gran cantidad de ticos está hasta el cuello de deudas, de hecho, esa cifra es cercana al millón de personas.
“Es muy grave la morosidad que existe, aumenta año con año. Se han incrementado los cobros judiciales y las cuentas incobrables. Hay más de 900 mil procesos activos de cobro judicial en los tribunales del país y muchos de estos ya han prescrito.
“En la Defensoría de Apoyo al Deudor (Defade), recibimos más de 100 llamadas diarias de casos de familias que tienen procesos de cobro judicial activos. Esto es alarmante,” asegura con mucha preocupación Stephanie Portuguez, asesora legal de Defade.
Las deudas nos ahogan. La elevada inflación y la subida de las tasas de interés, ha complicado cada vez más la situación de las familias costarricenses y más de un millón y medio de familias se consideran altamente endeudadas, ya que, hay más de un 80% de ellas que destinan más del 40% de sus ingresos al pago de deudas.
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“En Defade hemos estimado que la proporción de familias con deuda que pasarían a tener una carga financiera elevada aumentaría en Costa Rica casi un 10%, lo que se traduce en que cerca de 1.600.000 hogares pasarían a estar altamente endeudados.
“Hemos observado que los habitantes de las provincias de la zona central del país son quienes presentan mayores montos de morosidad y mucho más altos que los que viven en provincias de zonas costeras”, aseguró Portuguez.
Para Defade los deudores que no pueden hacer frente al pago de sus créditos, es consecuencia, muchas veces, de las altas tasas de interés a las que firmaron con las entidades financieras y de la crisis financiera que ha atravesado Costa Rica en los últimos años, además, en parte por el golpe provocado por la pandemia de la covid-19.