“En este lugar maldito, que reina la tristeza, no se castiga el delito, se castiga la pobreza”. No sabemos cuándo se escribió esa frase, pero en este corto mensaje, su autor, quien se identifica solo como Yen, logró inmortalizar su sentir durante el tiempo en el que estuvo como privado de libertad en la cárcel de la isla San Lucas.

Los calabozos de esa prisión muestran el dolor, la angustia y el sufrimiento de muchos de los privados de libertad que permanecieron en este sitio, que funcionó de 1873 a 1991.

Podríamos decir que esas paredes son como las redes sociales de la actualidad, pues los reos ponían ahí sus pensamientos y su día a día, tal y como se hace ahora en Facebook o Twitter.

“Las paredes de San Lucas se parecen a un muro de Facebook. Los reclusos, quienes dormían en camarotes, en espacios muy reducidos, se apoderaban de su pedazo de pared para plasmar lo que pensaban, lo que sentían y algunos, hasta se daban el lujo de delatar a sus compañeros”, dijo Ólger Núñez, administrador de la isla.

Ñúnez expresó que ver cada texto e ilustración le permite al visitante transportarse a un pasado histórico e imaginar lo que sentía la persona que estuvo allí reclusa.

“Hay dibujos emblemáticos, como por ejemplo el de Minor Araya, alias Caballón, líder de la banda “Los 7 hijos del diablo”, quien ilustró lo que parece un diablo y a quien se le atribuían actos de satanismo. Curiosamente, al frente hay una ilustración de la Virgen de la Caridad de Cobre, la patrona de Cuba, que pareciera mirar a su contraparte con espanto”, expresó el guardaparques.

Otro mensaje que llama la atención es el que dice “Sapos” ya que si en el espacio del preso aparecía esta palabra, no había duda: en la noche le darían una paliza. “En San Lucas el que tenía la información tenía el poder”.

Nada paranormal

Ñúnez llegó a la isla en el 2011, cuando el lugar ya era un refugio de vida silvestre. Contó que, a diferencia de lo que creen los visitantes, San Lucas es un sitio tranquilo.

“Para nadie es un secreto que acá hubo un presidio, en el que ocurrieron cosas atroces, tanto así que hasta expresidentes de la República en su momento condenaron lo que pasaba. Pero la verdad es que si alguien viene buscando algún hecho paranormal, creo que se iría decepcionado, porque acá no pasa nada extraño”, aseguró.

El guardaparques defendió la riqueza histórica de este sitio y manifestó que ha aprendido muchísimo del lugar.

“Como persona he crecido mucho, me gusta atender a los visitantes y aprender más de la isla para transmitirles los conocimientos adquiridos. Además, valoro el agua y la electricidad que tenemos acá, pues muchas veces, cuando estamos en la zona urbana, hacemos un uso desmedido de los recursos y acá debemos hacer un uso más limitado. También, cuando veo los calabozos aprecio mi libertad y el hecho de que cuando finalizo mi jornada de trabajo puedo disfrutar a mis familiares”, expresó.

Legado histórico

De acuerdo con Gabriela Villalobos, historiadora del Museo Nacional, la isla San Lucas encierra un tesoro particular.

“San Lucas tiene un entorno penitenciario que no se encuentra en otros países. Sus elementos reflejan la transición del sistema penitenciario del país, donde se pasó de un presidio, en sus inicios, a una colonia penitenciaria que se instaló a finales de los años cincuenta, donde al preso se le dio una atención más integral e inclusive ya se contaba con un dispensario”, aseguró.

Villalobos agregó que se está trabajando nuevamente en el levantamiento de datos, a partir de excavaciones y testimonios de vecinos porteños.

“Cuanto más se sabe, menos se sabe. Hay muchísimo que investigar, mucho pasa por la historia oral y mucho por excavaciones de puntos importantes. San Lucas es un espacio que nace en un momento clave, cuando se eliminó la pena de muerte y cierra cuando se analizan los derechos humanos”, aseguró.

La historiadora indicó que la última gran excavación se hizo en los años 80′ y se analizó el cementerio histórico en el 2008. Dijo que aún no hay un plan concreto para retomar las investigaciones, pero destacó el apoyo de las autoridades de gobierno, para que estas acciones formen parte del plan de reactivación de la isla.