Aunque parezca mentira, hay una persona que se dedica, desde hace años, a cuidar un monumento que está prácticamente abandonado y al que no le sirve nada.
Nos referimos al guarda de seguridad que bretea en la casetilla que está en el monumento al Agua, en La Uruca.
Este señor, del cual no obtuvimos el nombre, pasa todo el día cuidando un monumento que desde el 2013 no funciona y que está todo deteriorado, o sea, aún no sabemos qué está cuidando.
Por eso, tener a alguien ahí cuidando un lugar que no se sabe si lo van a demoler o no significa un desperdicio de recursos, el mismo AyA ya tomó la decisión de cortarle el rabo y no precisamente por esta publicación, sino porque ellos eso ya lo tenían más que claro, solo que no se había vencido el contrato.
Por eso, nos informaron que la decisión de mover a ese guarda de ahí ya tiene día y hasta hora definida.
"(Es mediante) contrato de vigilancia cuya rescisión ya fue notificada y que precisamente llega hasta el 25 de marzo a las 6 a. m.", informó el AyA en un correo.