Nuria Cuadra Clachar aparece en la puerta de su casa, en la histórica calle Real de Liberia, con una gran sonrisa. Ella es hija de Clemente Cuadra Argüello, un nicaragüense que se exilió en el país durante la dictadura somocista.
Cuadra llegó buscando mejores condiciones y trabajó, estudió, se casó y se asentó en Guanacaste, donde crecieron sus hijos, entre ellas Nuria, quien es la cumiche y tiene ese acento guanacasteco que la diferencia del resto del país.
El ministerio de Cultura y Juventud sabe que el lenguaje y las formas de hablar son parte de la identidad de los pueblos, por lo que con motivo del 197 aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, quiso profundizar sobre el tema de la mano de Miguel Ángel Quesada Pacheco, un lingüista, investigador y miembro de la Academia Costarricense de la Lengua para conocer más detalles cobre la forma de hablar de los guanacastecos.
–¿Cuáles son las principales características de la forma de hablar del guanacasteco?
Como están las cosas ahora, habrá que distinguir entre el guanacasteco urbano y el rural; el urbano, especialmente joven, se está pareciendo fuertemente al modo de hablar de la gente del Valle Central; pero en zonas más alejadas, y particularmente entre personas de una cierta edad, se conservan rasgos como la aspiración de la ese (lah casah por las casas, etc.), el debilitamiento de elle y la ye (amarío por amarillo y sandiya por sandía, etc.).
–¿Qué otros ejemplos nos puede dar?
El corte total ante una vocal (lo indioh por los indios, la once por las once, etc.), la ausencia de la erre arrastrada, típica del interior del país, la preferencia del uso de vos por usted (conocido como ustedeo) en situaciones de familiaridad, además de una serie de palabras que no se utilizan en las demás partes del país (cartago por habitante del Valle Central, dilatar por tardar, arroz de maíz, níspero para denotar un tipo de zapote, tanela (repostería de masa horneada con dulce, cuajada y natilla), perrerreque (tipo de tamal de elote horneado con dulce), pebre (comida que se prepara con garrobo y pinol), y muchísimas más.
–¿Qué identifica el habla de los guanacastecos?
Además de las diferencias ya dichas diría que hay zonas con un lenguaje diferente en Guanacaste: la península de Nicoya, con rasgos lingüísticos que la acercan a Puntarenas y a Esparza; la zona entre Liberia y La Cruz, con rasgos que la acercan al sur de Nicaragua.
–¿Qué tan diferentes son estas formas del lenguaje guanacasteco a las del resto del país? ¿Por qué no se habla igual en Guanacaste que en el Pacífico Sur, por ejemplo?
La historia es la responsable de estas diferencias. La provincia de Guanacaste, concretamente la península de Nicoya, fue conquistada antes del Valle Central, mientras que el Pacífico Sur es zona de poblamiento reciente, con personas tanto del Valle Central como de Panamá.
–¿Cuáles factores históricos conformaron las formas del lenguaje en Guanacaste?
La península de Nicoya y Esparza tuvieron lazos comerciales muy fuertes con Panamá; pero debido a la crisis económica de mediados del siglo XVII, más la caída de la Feria de Portobelo (1737), el comercio costarricense se orientó al norte de la región. De ahí la conexión de Liberia con Granada y otras zonas aledañas.
–¿Qué se mantiene de la época colonial en la forma de hablar del guanacasteco?
Precisamente lo que la aleja del Valle Central y la acerca a otras regiones como Puntarenas o el sur de Nicaragua. Hay dos o tres palabras de origen chorotega que solo en la península de Nicoya se emplean: nacume (mayordomo de un grupo religioso), nimbuera (vasija de barro para transportar agua) y nambiro (calabazo).
–¿Cuáles son las principales influencias culturales en el lenguaje o variante guanacasteca?
Están la influencia chorotega, particularmente en la península de Nicoya; la panameña, también en la península de Nicoya, por ejemplo, chicheme y chocao son palabras provenientes del Panamá colonial; la influencia nicaragüense, especialmente en la región norte de la provincia; y la moderna influencia del Valle Central, con modas lingüísticas que la alejan de los rasgos tradicionales.
Usted logró encontrar cerca de mil palabras propias de Guanacaste, pero entre estas solo encontró tres de sus pobladores originarios; los chorotegas. ¿A qué se debe esta pobre herencia?
A las mismas razones por las cuales se extinguió la cultura huetar del centro del país: disminución de la población autóctona, pérdida de uso de la lengua nativa por la importada, muy baja autoestima lingüística, y probablemente, porque muchos de los rasgos culturales americanos ya estaban suplantados por palabras de otras lenguas, como el náhuatl.
–¿Qué tanto influye la xenofobia hacia el nicaragüense en la pérdida de esas formas particulares de expresión del guanacasteco?
Pueda que influya en buena medida, con el fin de no ser asociado a un grupo discriminado; pero antes de esta actitud, está la influencia del Valle Central, el cual debió intensificarse con la construcción de carreteras entre esta provincia y el resto del país.
–¿El lenguaje guanacasteco corre el riesgo de perderse por completo al parecerse cada vez más al del Valle Central?
Cada vez más el español guanacasteco se asimila al del centro del país. Cuando hablo con gente joven de dicha provincia, prácticamente no oigo ninguna diferencia entre ella y la gente de la meseta central. Tendría que haber un grado muy alto de autoestima lingüística de parte de los hablantes guanacastecos para mantener sus rasgos tradicionales.
–¿Hubo alguna influencia de las formas guanacastecas que se metieron en el habla del Valle Central?
Durante la época colonial y hasta la Independencia, las zonas de prestigio lingüístico fueron la península de Nicoya y Esparza, lo cual significa que eran los de la costa quienes imponían las modas en el habla de los “cartagos”.
Por eso es que en el Valle Central no distinguimos los fonemas escritos con doble ele, así como y, y pronunciamos igual «se cayó» como «se calló», que bien se distinguieron en Cartago hasta pasada la segunda mitad del siglo XVII; por eso tenemos una ene final gutural, y no dental (pan, canción, etc.).