Si le preguntamos a cualquier costarricense qué se celebra el 25 de julio, fijo responderá que la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica; sin embargo, esa fecha tan especial también la comparten los limonenses, quienes este año festejan el cumpleaños 129 del cantón central, por lo que guanacastecos y caribeños comparten algo más que la belleza de sus playas.
Lo malo es que este año las inundaciones literalmente aguaron la celebración de los caribeños que ya sabemos el sabor que imponen a sus fiestas. Limón ha sido de las zonas más afectadas por las lluvias y el fuerte oleaje de los últimos días.
Pero dejando de lado el mal clima, los limonenses tienen una rica historia que celebrar.
El historiador y profesor universitario Axel Alvarado nos contó cómo es que está el cuento, para conocer un poco más de los orígenes limonenses.
“Por la necesidad que tenía el país de abrir sus puertas a los mercados europeos, el 20 de setiembre de 1867 el puerto de Limón, se convirtió en el principal puerto de Costa Rica y de Centroamérica. En 1870 se funda la ciudad de Limón, pero antes existía la comarca y la cabecera de esta, era Moín”, explicó Alvarado.
En lo que conocemos hoy como la ciudad de Limón, no vivía nadie, la población estaba en Moín y Matina.
“En 1870 el presidente Tomás Guardia toma la decisión de construir el ferrocarril para unir el Valle Central con el Caribe para trasladar nuestro grano de oro (el café) y se vio en la necesidad de poblar esta región y encomendó a Federico Fernández Oreamuno con un grupo de soldados a trasladar a la gente a punta de rifle de Moín al Limón actual”, contó el historiador.
Para entonces el terreno era un puro pantano y tuvieron que rellenarlo y sanearlo para poder poblarlo.
Además, a Ángel Miguel Velázquez Villaudre (tatarabuelo del expresidente Miguel Ángel Rodríguez) le encomendaron urbanizar la ciudad en ocho cuadrantes con un patio central, con calles y aceras anchas, lo que la diferencia de todo el resto de ciudades del país que conocemos que se desarrollaban alrededor de una plaza donde se ubica la iglesia, la muni, la casa del Gobernador, el cuartel y las casas de las familias más ricas.
“Limón fue la excepción porque se construyó diferente, teníamos cuatro cuadras que fueron plazas, donde hoy están el estadio Juan Gobán, el de beisbol Big Boy, el mercado y el parque Balvanero Vargas y creció del puerto hacia el norte, el sureste y el este, no alrededor de una sola plaza y no es estilo colonial, sino con influencia europea y hasta con doble acera, una bajo el techo del edificio y las que conocemos normalmente”, contó don Axel.
Al principio, lo que se conocía como comarca, abarcaba desde el valle de Matina, todo el litoral norte desde Punta Castilla, hasta la frontera sur con Colombia porque aún no existía Panamá.
“El 25 de julio de 1892 por ley se fundó el cantón y una municipalidad para la comarca de Limón (Matina, Limón y Talamanca)”, explicó Alvarado.
Limón es la única ciudad con 18 patrimonios arquitectónicos en 400 metros cuadrados, más un patrimonio urbanístico (el tajamar) y un monumento nacional (isla Quiribrí, conocida como Uvita).
- 1-Capitanía de puerto
- 2-Antigua municipalidad
- 3-El parque Balvanero Vargas
- 4-el kiosko del parque Vargas
- 5- el antiguo edificio de la United Fruit Company
- 6.La pensión Costa Rica
- 7-El pasaje Cristal
- 8-Hotel Cariari (frente al INS)
- 9-La casa de la familia Ingianna (a la par del pasaje Cristal)
- 10-el mercado Municipal
- 11-La casa de la Cultura
- 12-el edificio de Correos y Telégrafos de Costa Rica
- 13-Escuela General Tomás Guardia
- 14- Antiguo edificio del PANI (a la par de la Yans) está abandonado
- 15-el estadio Big Boy
- 16-Lo que fue el Black Star Line
- 17-La casa misionera de la primera iglesia bautista
- 18-Casa cural de la iglesia católica donde está la campana antigua
El tajamar se construyó para robarle tres cuadras al mar, cuyas aguas llegaban hasta donde se ubica el mercado municipal.
Curiosidades
El 20 de diciembre se cumplirán 150 años de la llegada de los primeros 300 jamaiquinos para la construcción del ferrocarril, luego llegaron a ser 18 mil (90%) de la población. Poco después se sumaron los antillanos haciendo crecer a la ciudad.
Después comenzaron a llegar una gran cantidad de emigrantes europeos: españoles, italianos, franceses, ingleses, alemanes, así como de centroamericanos, colombianos y cubanos, convirtiéndose en una pequeña Gran Manzana como Nueva York, donde el idioma que predominaba era el inglés.
Como había tantas nacionalidades se abrieron un montón de consulados, más que en la capital.
“Lo único que diferenciaba a Limón de San José, era que no teníamos tranvía. Limón llegó a ser una ciudad cosmopolita como Nueva York o París, con un gran auge económico que decayó con la entrada de la enfermedad del banano, un hongo que destruyó todas las plantaciones y las tierras (1938), por lo que los inversionistas se fueron para la zona Sur y la capital, dejando sin fuentes de empleo a Limón”, explicó Alvarado.
Alrededor de esta actividad del muelle y el banano se dio un crecimiento comercial económico donde se construyeron hoteles con menús europeos, comisariatos y otros negocios en manos de europeos como los Rohrmoser, los Stainbord y los Nihaus.