Isaac López caminaba el domingo, a eso de las 7 de la noche, feliz de la vida con su novio portugués y tres amigos más por el barrio chino o paseo de los Estudiantes en San José, porque la marcha del orgullo gay había sido todo un éxito.
El novio de López aceptó venir a Costa Rica porque le dijeron que es el país más feliz del mundo y un ejemplo de paz, así le había parecido hasta que una turba de cobardes comenzó a acosarlos.
“Íbamos por el barrio Chino, por la casa del Tornillo (antigua sede) y venía una turba de maes chiflándonos y jugando de graciosos, pero se acercaron mucho. A mí me han dicho playo antes y no me genera nada”, contó Isaac.
Sin embargo, el grupo de acosadores no se conformó con palabras y chiflidos.
“Empezaron a querer tocarnos al pasar, imagínese el chiste que debió ser para ellos al principio. Pero no contaron con que yo reaccionaría”, agregó.
Según López, él enfrentó de palabra a la turba cuando les dijo ‘¿cuál es el problema?’.
“Primero pasó uno y me enjachó, luego pasó otro e hizo a sacar un cuchillo, pero no sacó nada. La turba se alborotó y pasó otro detrás del último y sentí un puño en la jupa”, relató.
La turba, que superaban como en cinco (dice López) al grupo, empezó a volar patadas, puñetazos, empujones, mientras que las víctimas a como podían se defendían en el suelo.
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La paliza tuvo sus consecuencias, pues uno los muchachos, Leonardo Sandí, fue llevado a un centro médico con heridas en la cara y tuvieron que aplicarle varias puntadas en la ceja. Este martes confirmamos que está en su casa recuperándose.
El lamentable suceso se dio el domingo, luego de la marcha. Precisamente hoy se festeja el Día del Orgullo gay, celebración que recibió un golpe bajo con dicha paliza.
Isaac decidió publicar un video en Youtube donde cuenta la historia completa, para evidenciar la violencia hacia la comunidad gay,
Odio
López agregó que ayer mismo interpusieron una denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial, la cual fue aceptada como crimen de odio, según dijo.
El abogado de la causa gay, Marco Castillo, dijo que ese delito no está tipificado en la legislación costarricense, pero que sirve de motivo para cometer fechorías.
“Si los agresores son encontrados y declarados culpables serían juzgados por lesiones leves, con prisión que va de los tres meses al año. Si hay lesiones permanentes o incapacidad por más de un mes, el castigo puede ser de hasta siete años”, expresó.
Según dijo López, Medicatura forense ya revisó a López para saber el alcance de las lesiones.
Policía de brazos cruzados
Según López, cuando la turba jaló, vio que una patrulla de la Fuerza Pública se apareció y fue a acusar a los cobardes.
“Intenté ir a la par de la patrulla para ponerme al corte y enseñar la turba, pero de pronto aparecieron unos transeúntes y me detienen incitados por el miedo y yo de jetas les hago caso. Me quedó allí. Veo a la policía a dos cuadras que les pita y los maes se dispersan. No pasó nada”, expresó.
No contento, López detectó otra patrulla y pidió explicaciones. Según la víctima, les dijeron que la primera patrulla actuó mal, pero que ellos no podían hacer nada.
Carlos Higalgo, director de Comunicación de la Fuerza Pública dijo que no recibieron ninguna petición de ayuda, ni telefónica, ni personal.
“Eso que circula en redes sociales no es cierto, sí tiene la prueba que presenten la denuncia. No me parece lógico que una patrulla no actué si a alguien lo están leñateando”, dijo Hidalgo.