El gimnasio del colegio San Luis Gonzaga en Cartago no es ni la sombra de lo que solía ser. Hace décadas era la joya y orgullo de Cartago, así como un lugar de celebración para los más grandes atletas del país, hoy se está cayendo a pedazos.
El moho se mete en la grietas de las paredes como una corrosión que absorbe la vida del edificio. Su ventanas están tapadas con tablas, el hedor a orines, vómito y alcohol se impregna en la nariz y a través de los huecos del techo se escapan los ecos de las risas de niños que hace décadas disfrutaban del gimnasio.
Pero, ¿cómo es que un edificio tan emblemático llegó hasta esto?
Según una denuncia anónima recibida por La Teja, hace unos siete la junta directiva del Colegio, que es la encargada del edificio, comenzó a descuidar su mantenimiento.
Su estado se fue deteriorando hasta que el 24 de abril del 2020 se emitió una orden sanitaria para desalojarlo por completo.
Por razones de seguridad es imposible verlo por dentro, pero este gimnasio tiene la particularidad de que el techo se encuentra sobre estructuras metálicas que poco a poco se han ido desmoronando.
Mientras que el suelo, que es de madera, ha vivido en carne viva las inclemencias del clima.
En el 2022, el mismo colegio publicó el siguiente video en sus redes sociales:
La idea era generar conciencia sobre el estado, pero lo que molestó a muchos fue que, según la denuncia, diversos egresados se acercaron al colegio para ofrecer una mano con la restauración.
Desde ingenieros estructurales, pasando por arquitectos y hasta empresarios, pero la junta administrativa los habría frenado en seco y los rechazó alegando que tenían un proyecto con el gobierno para restaurarlo.
Según la denuncia, en el papel hay un presupuesto de 1.067 millones de colones, pero en La Teja no pudimos corroborar ese dato.
El enojo de muchos de los vecinos y exalumnos viene de que por años se han hechos promesas vacías para devolverlo a su antigua gloria y los fondos fluyen, pero nadie ve los resultados.
“Como todo...lo dejan botado. Eso vale una millonada, usted sabe lo que pasa con esas carajadas. Nada les cuesta sacar un menudo y tenerlo bonito, eso por dentro no vale nada. A veces como que no les interesa”, comentó un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a represalias.
“Viera el basurero que queda ahí, vienen los indigentes a dormir y orinan ahí, ¿uno qué puede hacer? Ellos (el colegio) nunca lo van a escuchar a uno“, contó doña Flor, que todos los días pasa frente al gimnasio.
Y es que, aunque cueste creerlo, ahí donde lo ve, mal parado, sucio y descuidado, en realidad este gimnasio guarda una historia bellísima.
La joya del deporte
En La Teja nos sentamos a conversar con Berny Alvarado, investigador y exmiembro de la junta directiva del colegio, para que nos contara un poco más sobre el San Luis Gonzaga que es el primer y más antiguo colegio del país.
Según explicó, se fundó en 1842, durante el gobierno de Francisco Morazán. Lo interesante es que una semana después de su fundación, derrocaron a Morazán, lo que generó que las construcciones no se concretaran hasta 1869, que empezó a funcionar durante el gobierno de Jesús Jiménez.
Pero fue hasta mediados de 1941 que se comenzó con la construcción del gimnasio en un terrenito que formaba parte del patio de la casa del director del colegio en ese momento, Alejandro Aguilar Machado.
Y así como su estado actual, su construcción fue igual de tumultuosa con diversas fases y periodos en los que lo dejaron a medio palo porque se quedaban sin dinero. Fue hasta inicios de 1952 que se concluyeron las obras y se inauguró.
Desde ese momento en adelante, todo el mundo tenía que ver con el gimnasio, ya que no solo era el mejor de Costa Rica sino que también de Centroamérica.
De todas partes del país viajaban los equipos colegiales más importantes para enfrentarse en partidos de baloncesto, fútbol y voleibol.
Además, tenía la particularidad de que contaba con una pista de atletismo, graderías para casi 3.000 personas, aulas para dar materias especiales y, en el segundo piso, albergaba la histórica biblioteca del Colegio.
Por años fue el orgullo de Cartago, según cuenta don Berny, quien nos reveló que el gimnasio nació con tres propósitos:
- Solventar el deporte a nivel de Cartago.
- Complementar la educación de los estudiantes, a través de la biblioteca y las aulas especiales con materias arte, música, religión, danza, karate y más.
- Promocionar la cultura a nivel de la provincia.
Y si bien, a lo largo de mucho tiempo, cumplió esa noble y para nada sencilla tarea, hoy es un cascarón de lo que fue. Pero, aún existe un rayo de luz al final de túnel para este emblemático edificio.
Esperanza
Adriana Rivera, actual directora del colegio, explicó que la junta directiva ha realizado múltiples estudios para determinar los daños y el estado actual del gimnasio.
Ella adelantó que actualmente se tiene un plan para intervenir el inmueble para el 2025.
Según dijo, los planos están en proceso de aprobación en el Colegio de Ingenieros y Arquitectos, mientras que el Ministerio de Educación Pública (MEP) será el encargado de financiarlo a través de la Dirección de Infraestructura Educativa (DIE).
La Teja se puso en contacto con el MEP para conocer mayores detalles del plan, de cuánto es el presupuesto y fechas estimadas de inicio y entrega, pero para el cierre de edición no habíamos recibido respuesta.
Por el momento, como explicó la directora, los estudiantes reciben las lecciones de educación física en las canchas del pabellón sur, también le piden apoyo al Polideportivo de Cartago y el Colegio Universitario de Cartago, para realizar entrenamientos más específicos como, por ejemplo, los equipos de fútbol, baloncesto y demás.