El bolsillo de los conductores sufrirá un garrotazo bien fuerte en mayo.
Esto porque Recope presentó este viernes ante la Aresep la solicitud de ajuste en el precio de los combustibles.
Según lo que piden, el litro de gasolina súper pasaría de ¢618 a ¢691, para un aumento de ¢73. El litro la gasolina regular pasará de ¢602 a ¢669, para un aumento de ¢67, y el litro de diésel sufrirá un alza de ¢542 a ¢568, o sea, ¢26 más.
Uno de los factores que influye en el garrotazo es el precio internacional de la gasolina, el cual aumentó un 18%. El tipo de cambio del dólar también metió mano.
Recuerde que luego de que fracasara el proyecto de mezclar gasolina con etanol, que entraría a regir en mayo, la gasolina súper se seguirá vendiendo igual que siempre.