Luis Gabriel Ávila González, al que cariñosamente le decíamos Gabrielito, falleció este sábado 3 de febrero en el hospital de Pamplona, España, en donde se encontraba internado.
“Nuestro maravilloso luchador, Gabriel Ávila González, ha partido a la casa de Dios todopoderoso. Gracias, Gabrielito por tantas lecciones y tanto amor. Descansa en paz, amor de nuestro corazón”, publicó la familia en el perfil de Facebook “Juntos por Gabrielito”.
“Nuestro amado Gabrielito ha partido a la casa de Dios. Gracias Gabriel por todo lo que nos haz enseñado a lo largo de tu lucha incansable. Descansa en paz, amor de nuestro corazón”, publicaron después.
“Gracias por todo su apoyo hasta el momento, esperamos que nos puedan seguir acompañando en este difícil proceso. Dios los bendiga”.
En un video, el pasado sábado 3 de febrero, don Donald Ávila, papá de Gabrielito, explicó que tras el trasplante de médula ósea (el pasado 16 de enero), se venía un proceso de aceptación o no del cuerpo de la nueva médula, la cual fue donada por la propia mamá de Gabrielito, doña Marianela González. Ambos papás están en España, ya que acompañaron al guerrerito para todo el proceso del trasplante.
La misa fue este 4 de febrero a las 10 de la mañana y se transmitió por Facebook en el perfil “Juntos por Gabrielito”.
Hasta los tres años de edad todo era normal y perfecto en la salud de Gabrielito. Entrado el 2020, cuando cumplió cuatro años, arrancaron las complicaciones y las visitas al hospital.
“Nuestro amado Gabriel presentó algunos problemas de salud, por lo que lo llevamos al Hospital de Niños donde días después fue diagnosticado con una LLA (leucemia linfoblástica aguda).
“Esta fue, para nosotros como padres, una noticia desgarradora, imposible de creer. De inmediato se quedó internado para el inicio de tratamiento de quimioterapia”, explica don Donald.
Los papás han pasado por días muy duros, ya que desde el inicio del tratamiento han visto a su hijo atravesar “un camino largo, fuerte y doloroso que lo ha mantenido muchos meses internado, y alejado de nuestro hogar, gracias a Dios siempre hemos estado junto a él en este duro proceso”, reconoce la mamá.