Yeimy Velásquez Arauz, una futura piloto nacida en Chinandega, nos confirma que está muy ilusionada con entrar el otro año al Instituto de Formación Aeronáutica (IFA) y así continuar conquistando el mundo y transformando sus sueños en realidad.
A Yeimy la encontramos nerviosa el pasado 28 de octubre en el Colegio Superior de Señoritas, a pocos minutos de comenzar la Prueba Nacional Estandarizada del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Es estudiante de quinto año, está en la sección 11-4 y para nada tenía miedo de enfrentarse a las pruebas que sí valen para lograr el título de bachiller colegial; de hecho, tienen un valor del 40% de la nota final.
Yeimy nos cuenta que ella es nativa de Posoltega, un municipio del departamento de Chinandega. Está ubicado en la zona occidental de la región Pacífica a 116 kilómetros de Managua.
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“Junto con mis papás llegué hace más de ocho años a Costa Rica. Primero y segundo grado de escuela los hice en Posoltega, cuando llegué aquí terminé sexto en la Escuela República de Argentina, y me fue muy bien. El colegio todo ha sido en el Señoritas.
“Estoy lista para los exámenes del ministerio; la verdad, los profesores se esforzaron mucho por ayudarnos a estar bien preparadas. Soy de la generación que comenzó el colegio en pandemia, por eso primero y segundo año fue virtual, al llegar a tercer comenzó un proceso para ponernos al día en todo. Fue duro, pero fue muy provechoso”, nos comentó.
El cielo de oficina
Con tremenda ilusión y llena de sueños Yeimi manifiesta, con mucha seguridad de que así sucederá, que será piloto de avión comercial. No habló de avionetas, jets privados o de aviones de carga. No. Lo suyo son los aviones comerciales.
“Una vez estaba en redes sociales viendo videos que me orientaran sobre una carrera para estudiar en la universidad, porque me dije que como estaba cerca de salir del colegio ya era hora que me fuese definiendo, para saber qué es lo que quiero.
“La carrera que más me atrajo y con la que sentí eso de, aquí te vas a quedar, fue aviación. Lo sentí claramente en todo mi cuerpo. Fue como amor a primera vista. Llegué a aviación y entendí que eso era y punto. Revisé medicina, también leyes, pero me dije, no quiero estar en eso porque quiero que mi oficina esté en el cielo”, afirmó con total seguridad.
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Está tan convencida que llegará a ser piloto que desde ya se ve en la cabina de un Boeing 777 como capitana. Este es de los aviones comerciales más grandes del mundo, también se ve en la cabina del Airbus 380, el avión de pasajeros más grande del planeta.
Gran ejemplo
Recuerda la futuro piloto que venirse para Costa Rica de un día para otro no fue un cambio muy duro para ella, porque su abuelita ya vivía aquí, llegaron a una casa y siempre tuvieron la comida en el plato.
Su hogar es de echar pa’lante, de siempre pensar en el estudio, de no perder el tiempo. Para Yeimy uno de sus grandes ejemplos es su papá, don Francisco Velásquez (la mamá se llama María Elena Arauz), quien está estudiando ingeniería civil; de hecho, influenciada por el tata analizó varios días estudiar lo mismo, pero la conquistó la aviación.
“El único viaje que hice en mi vida fue venirme de Nicaragua a Costa Rica, nunca me he montado en un avión, pero quiero decirle y garantizarle que vendrán los días en que hasta me aburra de subirme en un avión.
“Terminando el colegio comienzo mi sueño, porque ya matriculé en el IFA. Es caro, bastante, me va a tocar trabajar para pagarlo. Está, además, el tema de las horas vuelo, las aerolíneas piden mínimo 1.500 horas, eso también vale dinero, pero uno hace lo que sea para alcanzar sus sueños.”, reconoce.
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¿Será que ser piloto es el primer paso para avanzar y pensar en la NASA? “No. Principalmente, me encantaría ser piloto comercial, eso es lo mío porque se viaja mucho y me encanta la idea de conocer países, culturas, personas. Quiero conocer el mundo, al menos la gran mayoría”, dice.
Yeimy es un gran ejemplo, además de ser estudiante de tiempo completo en el Señoritas, estudia francés en la Alianza Francesa los martes y jueves de 5:30 p.m. a 8:30 p.m.; los sábados estudia portugués en el Centro de estudios Brasileños, de 9:00 a.m. a 12:00 mediodía, e inglés estudió en la Academia Europea de lunes a viernes, ahí saco el nivel C1 y C2.
Por si eso no fuera poco, en los raticos que le quedan libres entre semana y todos los domingos, trabaja con sus papás en la Soda Nela que tienen en el mercado del Registro Civil en San José centro, porque comprende que su aporte es fundamental para ayudar al hogar a pagar una carrera tan cara como la de piloto.