Carolina Alfaro Espinoza es una estudiante limonense que la pulsea bonito para lograr su sueño de alcanzar un título universitario, pero por más que lo intenta no logra recoger el dinero suficiente para continuar en las aulas universitarias.
Caro, como le dicen sus amigos, tiene 19 años. Nació, creció y vive en el barrio Santa Rosa del puro corazón de Limón. Siempre le han encantado los estudios, sobre todo las ciencias; sin embargo, la falta de dinero ha sido una sombra que no se le despega.
En verdad que Caro es bien pulseadora. Mientras estaba en el Colegio Técnico Profesional de Limón sacando un técnico medio en Mecánica Automotriz, la orientadora del cole la motivó para que pulseara la beca Sandra Cauffman.
Para ganar esa beca debía superar el “Reto Zurquí”. Este reto les pedía a las estudiantes, que estuvieran interesadas en estudiar alguna ingeniería, proponer una solución que sirviera para salvar a una familia que se perdió dentro de la zona costera del Caribe.
“Acepté el reto, pero como no tengo computadora lo hice todo desde mi celular. Ayudé a esa familia que se perdió a organizarse de tal forma que siempre tuvieran comida y agua. Me sentí muy feliz porque logré que la familia sobreviviera”, recuerda la estudiante.
“Con el propósito de promover la participación de más mujeres en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática), en la universidad Fidélitas realizamos un concurso exclusivo para ellas: la Beca Sandra Cauffman
“Con esta iniciativa invitamos a todas las mujeres que estuvieran en su último año de colegio y quisieran estudiar alguna de las ingenierías, a participar por una beca del 50% en toda su carrera.
“Esta beca está inspirada en un gran ejemplo de superación: la costarricense Sandra Cauffman, una ingeniera que destaca por su trabajo en la NASA, gracias a sus conocimientos en Ingeniería Eléctrica y Física. Esta gran profesional es un vivo ejemplo de que se pueden alcanzar los sueños y metas con mucho esfuerzo y dedicación”, explica la universidad Fidélitas sobre la beca.
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Difícil el otro 50%
En verdad que no le estamos hablando de una estudiante universitaria que se ganó una beca y sentó a que las cosas le cayeran del cielo. Les hablamos de una limonense bien pulseadora.
Carolina sabe muy bien que la beca es solo de la mitad de lo que vale su carrera. Cada cuatrimestre, más o menos, vale unos 920 mil colones, o sea, a ella le toca ver cómo hace para conseguir 460 mil colones cada cuatro meses.
Y Caro no es achantada, mientras estudia también trabaja y bien duro. Los domingos y lunes hace entregas de verduras y frutas de la feria del agricultor en escuelas, colegios y Cen cinai; los viernes y sábados usted puede verla pulséandola alquilando carritos para que la gente haga sus compras en la feria del agricultor del Limón.
“En verdad que yo no me quedo sentada, lo intento con todas mis fuerzas porque tengo un sueño y es lograr mi título de ingeniera, pero no me da el dinero, no logro lo que necesito por cuatrimestre para llevar los bloques de cuatro materias completas.
“Claro que he pensado en dejar los estudios porque no alcanza la plata, pero todavía no aflojo. Tengo la fe de lograr el dinero suficiente por cuatrimestre para seguir con mis estudios y poder terminar. En este cuatrimestre que estamos solo dos materias pude matricular”, nos explica la futura ingeniera, porque de eso no tenemos dudas.
Si usted se quiere apuntar a ayudar a Carolina por favor póngase en contacto con ella al 7150-1607. Este número es su sinpemóvil. Toda ayuda económica es importantísima para que esta limonense siga en las aulas.
Y por aquello de las dudas, le preguntamos cómo le va en lo académico.
“Vieras que muy bien, es que yo amo lo que estudio, en verdad deseo con todo el corazón lograr convertirme en ingeniera. Lo académico no ha sido mi problema, es lo económico.
“Una comienza a estudiar una carrera y tiene como algunas dudas si realmente es lo que a uno le gusta. He podido confirmar que la Ingeniería Eléctrica es lo mío, es lo que me apasiona. Paso bien las materias que puedo ir llevando, pero me gustaría poder ir con bloque completos”, responde.
La lucha de Caro no es solo por el dinero del otro 50% de la beca, sino que también tiene que lograr los pases diarios y la alimentación, eso también es otro pocotón de plata.
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Es cierto que Caro tiene casi todos los números de la amarga rifa de la vida en la cual el “premio” es no triunfar: es mujer de zona rural y amante de una carrera dominada por hombres.
A pesar de que Caro sabe que soñar grande en zona rural es para muchas personas prácticamente imposible, ella decidió romper con esos estereotipos y se puso a trabajar por sus sueños.
La beca Sandra Cauffman es un tremendo empujón, no se puede negar, pero hay ocasiones, y esta es una, en que solo un 50% se vuelve más que duro ¡Ayude!
La Teja le consultó a la universidad qué opinaba al respecto y Julio Valverde, del Departamento Comercial respondió que conocían el caso y que lo iban a analizar.