La futbolista costarricense Michelle Montero Venegas vivió momentos de angustia mientras jugaba en el equipo Hapoel Be’er Sheva de Israel, ya que fue testigo directo de los bombardeos que se realizaron en ese país, debido al conflicto entre israelíes y palestinos.
Esa experiencia marcó a la joven, de 26 años, pues pese a que finalizó su contrato el pasado 30 de mayo con el equipo y regresó a Tiquicia, todavía no puede sacar de su mente las explosiones que escuchó durante once días.
“No es que quiero llamar la atención ni nada parecido, pero no sabía que los bombardeos me habían afectado tanto. Me di cuenta que quedé muy alterada, al punto que si escucho un sonido muy fuerte me asusto mucho y estoy preocupada por eso.
La Teja dio a conocer la terrible experiencia de Michelle en Israel el pasado 17 de mayo, momento en el que la joven temía por su vida debido al conflicto armado en ambos países.
“Me da miedo dormirme, no escuchar las sirenas y que caiga una bomba”, nos contó Montero en aquella ocasión.
Afortunadamente la jugadora ya está en el país, por lo que volvimos a hablar con ella este martes 15 de junio, 15 días después de su regreso y nos contó que desde que llegó ya ha soñado ocho veces que está en medio de un bombardeo.
“Gracias a Dios allá solo escuchaba las sirenas que alertaban que se aproximaba un bombardero y me iba a un lugar seguro en donde solo escuchaba bombas, así que jamás vi una explosión o las consecuencias de una bomba en alguna casa o persona”, reconoció.
Durante las noches también piensa en cómo estarán las personas que sí fueron afectadas por las bombas, al considerar las secuelas que ella sufre debido a la violenta experiencia.
“Aquí no he escuchado un sonido similar al de las sirenas de Israel, por dicha, pero sí me altero cuando escucho las sirenas de los bomberos o de una ambulancia. Por unos segundos me quedo en shock.
“Lo que realmente me asustó aquí fue un rayo muy fuerte que cayó en playa Esterillos mientras disfrutaba con mi familia, ese ruido sí que me transportó directamente a las explosiones”, recordó.
Para Michelle regresar a Tiquicia es como una medicina para el alma, ya que volvió a estar con sus papás, Miguel Montero y Aixa Venegas, así como con su hermana, Adriana, y el novio, Luis Urbina.
“Estoy dando y recibiendo esos abrazos que tanto necesitaba allá. Desde el pasado 10 de mayo que arrancaron los bombardeos me urgía el amor de mi gente amada. Aquí (en Costa Rica) siento la paz absoluta.
“Hay mucha gente que se queja de Costa Rica, pero cuando uno sale a otro país se da cuenta de la bendición de país en el que vive, de verdad que somos privilegiados y bendecidos por tener este pedacito de tierra que no tiene ejército”, comenta.
Cerró con gol
Después de once días de bombardeos, Israel y Palestina acordaron el 21 de mayo un cese al fuego y dejaron de sonar las sirenas antiaéreas.
Cuando la tranquilidad regresó a Israel, el campeonato de fútbol femenino volvió a la actividad pues faltaba por jugarse la fecha 17, la última de la fase regular.
Al equipo de Michelle le tocó jugar de visita contra el Maccabi Hadera, el 26 de mayo pasado. El marcador fue de 3-1 a favor de su club y la tica anotó el 1-0 a los 33 minutos. Fue su cuarto gol en Israel.
“Ese gol me hizo sentir una tremenda alegría. Fue un verdadero desahogo por todo lo que pasamos mis compañeras y yo, ya que pasamos metidas en la casa (11 días). Fue muy bonito anotar, demostrarle al equipo, al cuerpo técnico y a todos que puedo dar mucho más y seguir luchando por mis sueños.
“Fue una celebración con todas mis compañeras, ellas también lo sintieron mucho porque en el anterior partido no habíamos ganado y nos hacía falta el triunfo. Ese primer gol fue la motivación que necesitábamos para lo que después fue el triunfo”, aseguró la delantera.
El Hapoel, después de 17 fechas, se ubicó en el puesto 8 en la tabla de posiciones (participan 10 equipos), alcanzó 12 puntos de 51 que disputó, para un rendimiento del 23%. El gran líder de la tabla femenina tras la primera fase, fue el Kiryat Gat con 43 puntos.
¿Regresa a Israel?
Pese a la ruda experiencia, la jugadora ama Israel. Le encantó el país, la gente, la cultura, en general todo lo que conoció.
“Ojalá pudiera volver. Todavía no lo sé. En el club me dijeron que me querían para la próxima temporada, pero la verdad no estoy clara con mi futuro, por lo que si aparece otra oportunidad en el extranjero deberé analizarla.
“Otro sueño es jugar en México, por eso mi representante está en negociaciones. La ventaja que tengo es que soy la dueña de mi ficha y estoy totalmente libre. Si en el extranjero no se concreta nada, mi primera gran opción en Costa Rica es el Herediano (club con el que jugaba antes de jalar a Israel el pasado 18 de febrero y con el que celebró un título nacional). De no definirse nada con Herediano escucharé ofertas”, reconoció.