La vida de Javier Rodríguez Chacón se aclaró hace dos meses gracias a la “Fundación Luz, sonrisa y salud”.
Este joven, de apenas 21 años, presentaba un problema severo de miopía que disminuía un -15% de visión en cada ojo, cuando lo “normal” es de -2, con eso, sin lentes prácticamente no veía nada más que parchones y en las noches, por la poca iluminación, quedaba a ciegas.
Pero gracias a la fundación que le donó la operación ahora ve puras tejas.
Según nos contó Javier, desde los cinco años usaba lentes, de los que llaman “culo de botella”, luego de que en su casa notaron que se acercaba mucho al televisor para verlo.
“Los anteojos que yo usaba eran unas lupas, súper pesados, gracias a Dios tuve la dicha de ser operado y para ser sincero nunca imaginé que fuera tan rápido”, contó el joven vecino de La Trinidad de Desamparados (camino a Tarbaca).
La fundación dona la operación y el beneficiario pone los insumos para su corrección, en el caso de Rodríguez necesitaba los lentes intraoculares cuyo costo rondaba los $2.000 (¢1,7 millones), pero él terminó poniendo millón y medio que consiguió a punta de ventas de comidas, bingos y otras actividades que realizaron en la plaza de su comunidad y el salón comunal.
En tres meses y medio reunió el dinero y pudo operarse hace dos meses atrás.
“Mi familia es de escasos recursos, y nos costó muchísimo recolectar la plata, pero a puro esfuerzo lo logramos. Si la fundación no nos ayuda con la otra parte, habría sido muy difícil juntar los tres millones”, explicó Javi.
“La operación consistió en ponerle un lente especial llamado ICL, un lente que se implanta sin la necesidad de extraer el cristalino transparente del ojo.
"El cirujano lo coloca en la cámara detrás de la pupila, entre el iris y el cristalino. La cirugía tiene una duración de diez a quince minutos por ojo, y sale viendo inmediatamente”, explicó el médico Roberto Madrigal Charpentier.
Motivado
Javi aseguró estar superbién, luego de un mes de recuperación y ya volvió al trabajo con la motivación al tope.
“El 13 de junio fui a cita y el doctor me dijo que ya podía llevar una vida normal, incluso, jugar bola, pero uno queda con ese miedillo de golpearse.
"Estoy muy contento de haberme quitado los anteojos y más a mi edad, además de que no sentí ningún dolor. Realmente Rafaelita (Borbón, creadora de la fundación) fue un ángel”, agregó.
Por sus problemas visuales Javier no pudo terminar sus estudios y llegó hasta octavo año, pero ahora al recuperar la vista, quiere retomarlos y convertirse en un profesional.
“Le agradezco a todas las personas que ayudaron a hacer mi sueño posible. Mi jefe ha sido muy comprensivo e incluso me dijo que podría tener posibilidades de crecer dentro de la empresa si me sigo preparando”, aseguró.
Uno de los principales cambios para Javi es que ya no tiene que forzar tanto la vista, por lo que los dolores de cabeza que se le originaban por ello, quedaron atrás.
Luz de esperanza
La fundación nació hace seis años y desde entonces ayudan a personas de escasos recursos, uno por mes. Le hacen un estudio socioeconómico a los candidatos para asegurarse que la ayuda sea aprovechada correctamente.
Hacen operaciones de cataratas, láser, trasplante de córnea, queratocono, entre otros problemas visuales, y a las personas que no tienen seguro o dinero, les regalan la operación.
“Nos llena ver cómo ayudamos a cambiar la vida de las personas tanto jóvenes como adultos mayores desahuciados que quieren ver a sus familiares antes de morir”, comentó Rafaela Borbón, una de las fundadoras.
Donan una operación al mes y han atendido personas desde los 14 hasta los 100 años, provenientes de todo el país.
La miopía
El doctor Roberto Madrigal Charpentier nos explicó en qué consiste esta enfermedad visual.
-¿En qué consiste?
-La miopía es un error refractivo, en el que el ojo no transmite de manera adecuada la luz hacia un punto focal para que las imágenes se vean claramente. En ella, los objetos cercanos se ven claramente, pero los alejados se ven borrosos.
-¿Es hereditaria?
-Sí, se puede heredar y es descubierta en niños, por lo general, cuando entran a la escuela. En nuestro país se pide un examen de la vista y el oído para ingresar a estudiar y es cuando se puede descubrir que tienen miopía o alguna patología visual.
-¿Cuántas personas la padecen?
-Para el último estudio que se hizo en el 2015, se estimaba que 30 de cada 100 ticos son miopes.
Fuente: Fundación Luz, sonrisa y salud