Una funcionaria del Ministerio de Salud aseguró que en el tiempo que lleva de trabajar en el ministerio nunca ha vivido una situación tan delicada, como el aparente acoso laboral que enfrentan varios de sus compañeros.
Esta trabajadora, quien pidió no ser identificada, reconoció que el ingeniero Eugenio Androvetto, quien era director de la Dirección de Protección Radiológica y Salud Ambiental era víctima de acoso laboral de parte de una jefatura.
La señora afirmó que el acoso se da desde que esta jefa llegó al Ministerio de Salud, a mediados del año pasado.
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“Recuerdo que un día llegó a la oficina y nos comenzó a gritar y decir que si no sabíamos quién era ella. En todas las direcciones regionales, áreas rectoras de salud y directores de nivel central han pasado por situaciones de acoso. Nunca he vivido algo así.
“Envía a la Direccion de Asuntos Jurídicos a controlar en el parqueo para verificar que nadie se vaya antes de las 4 p. m., imagino que ellos no tienen nada que hacer puesto que los mandan a hacer cosas de seguridad”, expresó.
Otras conductas
La trabajadora relató otro tipo de conductas que tiene esta funcionaria, quien actualmente tiene un proceso abierto en los Juzgados de Trabajo.
“Se sienta en la puerta de salida de las direcciones para verificar si salimos antes, asumo que tampoco tiene mucho que hacer para hacer este tipo de funciones.
“Una vez le exigió a los jefes que le indicara para qué los funcionarios habían sacado un día de vacaciones. Tomaron posesión de las computadoras de unos compañeros y los suspendieron por varias semanas para revisarles todo lo que tenían, según ella por procedimiento, sin una orden de allanamiento, valga decir que nunca les lograron hacer nada”, reveló.
Días después del fallecimiento del ingeniero Androvetto, los colaboradores del ministerio esperaban un poco de empatía de parte de la jefatura, pero fue todo lo contratrio.
“El día que falleció el ingeniero, llamaron a funcionarios a cargo de Eugenio trabajar el domingo sin importarle el dolor que sentían, solo porque ella quería.
“El día que siguiente que se llegó a trabajar después de la muerte llegó a pedir que le diera información personal del ingeniero, nunca indicó que debíamos colaborar con el OIJ, sino que se la diéramos a ella, porque ella sí tenía guardaespaldas”, dijo.
La Teja ha intentado en reiteradas ocasiones obtener la posición del Ministerio de Salud, pero no hemos recibido respuesta.