Franklin Chang es el protagonista de un chiva reportaje de un canal alemán que vino a ver su trabajo.
Todavía en estos tiempos del 17 de marzo del 2024 es muy difícil terminar de entender que nuestro exastronauta y científico de la NASA, Franklin Chang Díaz, después de andar un carro de hidrógeno, abra una tapita que está abajo del carro, llene un vaso de agua salido de ese carro y se la tome frente a las cámaras.
También es algo complicado comprender que después de tomarse un trago de esa agua más bien diga que está rica y que esa agua tan pura era idéntica a la que tomaba en el espacio con la NASA cuando andaba de misión.
El canal alemán, Deutsche Welle (DW), realizó hace unas pocas semanas un reportaje sobre los trabajos con hidrógeno verde que realiza en Guanacaste el exastronauta y actual científico de la NASA, el costarricense Franklin Chang Díaz.
En el reportaje los alemanes le destacan al tico que sea “líder de la producción de hidrógeno verde, con el que quiere revolucionar el transporte en el país (Costa Rica). También la cooperación alemana apoya el cambio energético en Costa Rica. La meta es la descarbonización total”, asegura el medio.
El trabajo del canal DW se titula: “Explorando el futuro con hidrógeno verde”. La parte del vaso de agua es una de las más sorprendentes del reportaje.
“Costa Rica se está distinguiendo como el único país que tiene un ecosistema de transporte con hidrógeno ciento por ciento verde. Es decir, aquí el hidrógeno lo producimos con energía solar, energía eólica, o tomamos energía de la red que es también limpia.
“Entonces, se pueden imaginar un camión que viaja hasta el desierto y cuando llega a su destino tiene todo el tanque lleno de agua, agua pura”, explica el científico tico, quien cuando llenó el vaso de agua aclaró que esa era el agua que tomaban en el espacio cuando estaban volando en órbita.
LEA MÁS: Periodista costarricense Ana González escribe libro por “un compromiso con Dios”
Y es que Chang está trabajando desde hace varios años en un motor de hidrógeno que pueda mover perfectamente vehículos, no sea tan costoso y ayude a limpiar el planeta. La tecnología avanza, Chang avanza con su proyecto.
Todavía un auto de hidrógeno sencillo ronda los 67 mil dólares (unos 33 millones de colones). Muy caro para la gran mayoría de la humanidad, pero en esas está Chang con su gente en Guanacaste, luchando por mejorarle el precio y el desempeño.