La casa de doña Perla González, vecina de Hatillo 8, es el fiel reflejo de la durísima situación que están enfrentando los vecinos de los barrios del sur por la falta de agua.

Esta ama de casa tiene una hija con parálisis cerebral y tumores, que le provocan vómitos constantes.

Afrontar esta situación sin agua es imposible.

“Ya son 36 horas seguidas sin agua, no podemos seguir así. Mi hija, Ivonne Nicole, es diagnosticada con unos tumores en la hipófisis, esto le provoca vómitos constantes, cada dos o tres días está enferma y yo tengo que estar en un constante aseo, que no se le paren encima las moscas y yo sin agua, ¿cómo hago?”, se cuestionó.

Con el camión cisterna que pasó este miércoles por su casa esta madre pudo llenar algunas botellas de dos litros, pero aseguró que eso no le alcanza para mucho.

“Debido a la falta de agua nos alimentamos con comida china y comida chatarra porque sinceramente no alcanza el tiempo para cocinar, ponen el agua un poquito de tiempo, un chorrito y la quitan, eso cuando la ponen”, comentó indignada.

Cuando visitamos su casa, a las 11 de la mañana, no salía ni gota del tubo. Las moscas andaban por todo lado.

El cuarto de pilas de doña Perla refleja muy bien la situación.

Ella asegura que ya no le cabe la ropa sucia porque definitivamente no puede lavar, a los únicos tubos a los que llega el chorrito son los que se ubican bajos. Por ejemplo en la ducha y en el fregadero de la cocina, no llega nada.

“Tengo como mes y medio de no lavar acá en la casa, si acaso la ropa interior y la de mi hija es lo que alcanza. Voy a lavar a la casa de mi novio, en Desamparados. Aquí en Hatillo llevamos como mes y medio así. Pedimos que nos cumplan con los horarios, lo que nos prometieron de darnos agua por las tardes se incumplió, fue una mentira, si fuera así yo no tendría este desorden en mi casa ni tuviera que comprar comida preparada”, contó González.

Esta madre sostiene que no enviará a sus hijos a clases porque le han comentado que los servicios sanitarios del centro educativo están todos sucios.

Bloqueos continúan

Mientras tanto, los vecinos de Hatillo continuaron este miércoles las protestas en Circunvalación exigiendo más agua para su distrito.

En esta ocasión bloquearon intermitentemente el paso por los semáforos de Hatillo 6.

Un vecino que solo se identificó como William, aseguró que los horarios de racionamientos que prometió Acueductos y Alcantarillados (AyA) recientemente, que incluían varias horas de servicio en la tarde, no se cumplieron.

“Los camiones cisterna no son la solución, la solución es que nos echen el agua en la tubería. No queremos más miserias, ¿por qué otras localidades sí tienen agua y nosotros no? ¿Por qué somos entre comillas barrios marginados donde vive la chusma? ¿Eso es lo que creen los gobernantes? En ningún Hatillo está llegando el agua, Hatillo 2 ha estado hasta tres y cuatro días sin agua, seguido”, reclamó.

Lorena Pérez, otra de las manifestantes, comentó que los electrodomésticos, como la lavadora, se dañan porque se quedan sin agua mientras están funcionando.

Bronca con motociclista

La Fuerza Pública logró negociar con los manifestantes para que bloquearan un sentido de la Circunvalación cada 20 minutos y así no se hiciera tanta presa.

Aún así, la situación se puso tensa cuando un motociclista intentó pasar a la fuerza y los vecinos lo empujaron y patearon.

“Aquí se protege a cuatro gatos que intentan bloquearle el paso a los demás. Yo tengo derecho a transitar por la carretera. Las personas que están aquí me patearon y me mandaron al suelo, después llegaron a patear la motocicleta, pero los policías siguen defendiéndolos a ellos en lugar de hacerlo con quienes necesitamos transitar”, dijo el motociclista, quien no quiso dar su nombre.

Los oficiales de la Fuerza Pública dijeron que le tomaron los datos al conductor.

Defensoría está atenta

Ante la crisis del agua en medio de la pandemia, AyA anunció que pondrá en operación a partir de este miércoles 11 de marzo el pozo denominado W5, que inyectará al acueducto metropolitano un total de 80 litros por segundo (l/s), lo que equivale al líquido que consumen diariamente 19.600 personas.

La presidenta ejecutiva del AyA, Yamileth Astorga, dijo que la puesta en operación del pozo estaba prevista para finales de mes, pero la institución aceleró los trabajos.

Este pozo es uno de los 23 proyectos de emergencia de corto y mediano plazo que ejecuta el AyA al amparo del decreto de emergencia.

Astorga explicó que también se están equipando los pozos W16 y W17, en La Valencia, los cuales sumarán a partir del segundo trimestre de este año cerca de 200 l/s adicionales. Esto representa el consumo diario de alrededor de 49.000 personas.

De igual modo, en el segundo trimestre aseguran que estará lista la conexión del pozo Zamora, en San Antonio de Belén, que incorporará 70 l/s más al sistema (el consumo de cerca de 17.000 personas).

Según AyA, el caudal esperado de estos trabajos solventará el déficit de agua que presenta el Acueducto Metropolitano actualmente y para los años posteriores.

No obstante, la Defensoría de los Habitantes ya metió mano en el asunto.

Este miércoles convocó a la presidenta ejecutiva del AyA a dar cuentas por la situación.

Astorga se comprometió a cumplir los horarios de abastecimiento mientras avanzan los proyectos para mitigar el faltante del líquido.

La defensora de los habitantes, Catalina Crespo, anunció que personal de la institución realizará inspecciones a las comunidades para corroborar que no les den atolillo.

Ojo con el recibo

La gente también se queja mucho de que los recibos llegan igual a pesar de que no hay agua.

AyA confirmó a La Teja que desde enero, rige un aumento de un 15% en acueducto, de un 43% en alcantarillado y de un 8% en hidrantes.

Con este incremento una familia que consume en promedio 19 metros cúbicos (m3) de agua pagaba el año pasado ¢18.096 y con las tarifas vigentes paga ¢22.102.

Para una familia que consume 31 m3 y que pagaba ¢36.675, con las tarifas vigentes paga ¢45.368.

A esto se le suma la nueva tarifa de protección de recurso hídrico y el IVA, si la familia consume más de 31 metros cúbicos. A los negocios se les cobra a todos.

Los expertos de AyA respondieron estas dudas recurrentes:

¿Es cierto que el medidor sigue contando aire si la llave queda abierta?

No en todos los medidores pasa; sin embargo, en nuestro país la gran mayoría de estos aparatos son mecánicos; es decir, su principio de funcionamiento se basa en que el flujo que los atraviesa produzca el movimiento de pistones, discos, hélices o turbinas, los cuales a su vez hacen girar engranajes que van registrando el volumen acumulado. El aire, aunque menos denso que el agua, es capaz de producir pequeños movimientos de estos mecanismos de medición al atravesarlos. Para entenderlo fácilmente, podríamos compararlo con la acción de un niño que, al soplar un molinete de papel, este girará por la acción del viento.

La afectación del registro de aire es ocasionada al restablecer el servicio de agua; el agua al llenar nuevamente las tuberías provoca el desplazamiento del aire, el cual es expulsado a través de las tuberías que tengan libre paso, las válvulas (llaves o grifos) de los usuarios que se encuentran abiertas permiten la expulsión del aire al ambiente. En otras palabras, el aire pasa a través del medidor de agua y sale por las llaves de los usuarios.

¿Qué medidas recomiendan tomar a los usuarios?

Durante los faltantes de agua, existen prácticas que ocasionan el libre paso del aire por la tubería; algunas veces voluntariamente, como, por ejemplo el mal hábito de dejar abierta la llave de la pila, como una manera de detectar que el sistema fue restablecido.

Otras veces de manera involuntaria, como es el caso de los sistemas de almacenamiento con válvulas que se accionan por flotador, como por ejemplo los inodoros y los tanques para almacenamiento de agua. Es por eso que se recomienda cerrar la válvula de entrada de agua a la propiedad, y si no cuenta con esta válvula, debe procurar cerrar todas las llaves. Así evitará que el aire pase por las tuberías y sea registrado por el medidor.