Dos hechos socollonearon a la fracción legislativa del Partido Restauración Nacional.
Se trata de unas imágenes comprometedoras de la diputada Carmen Chan y de la acusación por amenazas de la legisladora Floria Segreda a su compañero Melvin Núñez.
Primero lo primero. A la diputada Chan le tocó presenciar cómo se hicieron virales unas fotos en las que se le ve muy feliz durante una fiesta y muy cerca de otra mujer.
Facebook quitó las imágenes en cuanto fueron denunciadas, pero al momento alguien las subía de nuevo; además, ya habían estado el tiempo suficiente para que fueran copiadas y puestas a circular por otras redes sociales. Algunas personas que apoyan o pertenecen a los movimientos de diversidad llamaron “lesbiana restaurada” a la legisladora.
Chan le dijo a La Teja que se sintió sorprendida al ver que unas fotos tomadas hace 10 años causaran tanto alboroto.
"Esas fotos son de una fiesta donde compartíamos amigos y compañeros de la universidad, todos nos sacamos fotos y vacilamos con ellas, alguno de ellos seguro las compartió y no las explicó", señaló.
Chan dijo además que las fotos no fueron tomadas con mala intención sino en un contexto de amigos y que incluso ella mantuvo la etiqueta en su Facebook varios años hasta que quitó las imágenes en una limpieza que hizo.
"Quiero decirles que me indigna que algunos utilicen esas fotografías para crear una imagen falsa de mí, pero también entiendo que como figura pública una se expone a ataques malintencionados. Seguiré mi lucha por la vida y la familia, aunque a algunos les moleste", comentó en su defensa.
Pleito con denuncia de por medio
Al burumbún de las imágenes festivas de la diputada Chan se unió lo ocurrido entre los diputados de Restauración Floria Segreda y Melvin Núñez, quienes protagonizaron un pleito que llegó hasta la Fiscalía General de la República,
La diputada Segreda denunció al legislador puntarenense el martes de esta semana porque, dijo ella, la amenazó.
La bronca se armó durante una discusión por la integración de una comisión legislativa. Segreda lo acusó de amenazas a un funcionario público.
“Ella lo presentó a la Fiscalía y, por respeto a la Fiscalía, quiere que se maneje ahí. No obstante, ella prefiere que avance ese tema ahí, antes de dar declaraciones más profundas sobre el tema”, comentó Geovanny Rodríguez, asesor legal de la diputada.
La situación habría sido tan fuerte para la legisladora que pidió medidas de protección para no caminar sola por los pasillos del plenario luego de que, supuestamente, también recibió mensajes amenazantes por medio de Whatsapp.
El director ejecutivo de la Asamblea Legislativa, Antonio Ayales, confirmó la solicitud de protección y dijo que Segreda pidió un guarda de seguridad para la Casa Rusa, local que alquila la administración para oficinas de dos diputados, según informó La Nación.
Como no hay guardas suficientes ni espacio donde colocarlos, Ayales dijo que le fue imposible atender la solicitud de la legisladora, pero señaló que, a partir de la supuesta amenaza que denunció la diputada, se puso de acuerdo con la presidenta del Congreso, Carolina Hidalgo, que le darían el acompañamiento para cuando sale de su oficina e ingresa en la Asamblea y de vuelta.
Pero el alboroto terminó este jueves. Los dos legisladores hicieron un video en el que Núñez admite su error y le pide perdón a su compañera.
“Perdón, mil veces perdón. Flori, te fallé, te ofendí. Mi trabajo es pedirte perdón y reconocer que de los errores se aprende, que podemos enmendar nuestro camino. Hace unos días sucedió una situación que, en el calor, no supimos manejar, pero podemos enmendarlo, ser personas cultas, que sí se aman y que sí pueden trabajar juntos”, señala Núñez en un video distribuido por la fracción de su partido con el que trataron de bajar las críticas que levantó el pleito.
Segreda aceptó la disculpa. “Yo le agradezco a Melvin esa oportunidad, porque yo sé de tu arrepentimiento verdadero y, sobre todo, nos comprometemos aquí a seguir dando la lucha en contra de la violencia hacia la mujer”.