Este domingo 19 de junio se celebra un Día del Padre más y por eso quisimos hablar sobre la importancia de la figura paterna en el desarrollo de los niños.
Los psicólogos de familia María Ester Flores y Eduardo Sánchez Castro, quien además es gerente general de consultoría de desarrollo humano y psicología, nos ayudaron a entender el papel de los tatas.
Y es que normalmente nadie duda de la importancia de la madre en la vida de sus hijos, pero a veces del papá no se habla tanto y es una figura que ayuda a criar niños más seguros, confiados y amorosos.
“El rol del padre participa en varias áreas del desarrollo del niño, como la parte socio-emocional (involucrarse con otras personas y crear relaciones sanas y esa interacción le va a ayudar a crear el dominio de su autoestima, percepción y confianza). La cognitiva (mental), motora (los juegos que tienen padre e hijo son más bruscos y eso le permite desenvolverse con sus extremidades y le da flexibilidad), lenguaje (amplía el repertorio que el que solo le aporta la mamá) y la diferenciación (autonomía en la adultez, es diferente, piensa diferente y tiene confianza en sí mismo)”, explicó Sánchez.
Al padre, según explicó, generalmente se le ha establecido un papel de generador de valores dentro de la casa y los debe enseñar con el ejemplo y también se le asignan el rol de la disciplina.
“Hablamos de una crianza activa, que no solo está presente, sino que él genere las actividades necesarias con el niño, como jugar, hablar, integrarse, preguntarle qué necesita, cómo se siente, qué expectativas tiene, cómo se ve de adulto y enseñarle el establecimiento del orden”, añadió el especialista.
LEA MÁS: La Sele y la crisis apagaron la celebración del Día del padre
Seguridad
“Cuando su padre no está en sus vida, el niño crecerá con la carencia de su seguridad vital, que es que el menor sepa que el adulto a su lado es el que lo cuida, lo protege y no lo duda. Se siente querido, alimentado, tiene un hogar y si de repente esa relación se corta, aunque sea desde muy corta edad, el niño lo siente y empieza a sentir inseguridad toda su vida y desconfiará del amor de pareja o pensará que no merece que lo amen”, explicó por su parte María Ester.
También, de no contar con la figura paterna, les puede afectar en su vida laboral, porque podrían llegar a ser inconstantes en el brete, no creerán en la autoridad y van a reproducir malas relaciones de pareja y de padres.
“Los niños que son sometidos a la separación del padre, siendo este cariñoso, sufrirán una ausencia como si su papá estuviera muerto. Es una herida de infancia, de traición, humillación y rechazo que les causa mucho daño, incluso les provoca depresión, angustia y miedo”, compartió la psicóloga familiar.
Sánchez mencionó un ejemplo real de lo que no se debe hacer.
“Me hicieron la consulta de una niña de ocho años cuyo padre no participaba en nada y cuando él llegaba del trabajo, la chiquita llegaba a enseñarle las notas y él ni siquiera tenía las ganas de revisarlas y solo le decía: ‘Ah, sí, mamita’. Entonces, ¿qué pasa con esa niña? Eso va causándole temores, pérdida de su autonomía y de su autoestima y el padre es responsable de eso”.
LEA MÁS: Día del padre nació gracias a una mujer muy lejos de Costa Rica
Antes de nacer
La presencia del padre, desde antes de que nazca el niño, es fundamental. Estudios de la Academia Americana de Pediatría (AAP) dicen que el tata, durante el embarazo y en especial en los últimos meses debe conectar emocionalmente con el niño a través de la voz y del tacto (tocando la pancita de la madre y hablarle al niño, él capta la diferencia entre la voz del padre y la madre), para establecer los primeros lazos.
Los primeros seis años son vitales, pero no lo podemos limitar, el padre lo es toda la vida, no solo unos cuantos, pero el fundamento de la relación se da en esos momentos.
La relación padre e hijo en la niñez, repercute en las relaciones que el menor tenga en su vida adulta con otros, incluida su pareja.
“Si el padre no está presente, es solo un proveedor o tiene visitas supervisadas o limitadas a solo una hora por semana, en la adultez ese niño va a ser una persona más insegura, desconfiada, con baja autoestima, evasiva, impulsiva, con poco control emocional”, compartió el psicólogo.
Sexualidad
Incluso, en algunos casos las mujeres, por la poca participación del padre, buscan en un adulto el rol que no tuvieron de este cuando eran niñas.
“Posiblemente (los niños sin figura paterna) son más precoces, tienen una sexualidad más insegura, más posibilidad de embarazos no deseados, relaciones desiguales con hombres mucho mayores que ellas, porque no hubo esa canalización correcta del padre”, añadió Sánchez.
Y si el padre está en sus vidas, tendrán relaciones más sanas, serán personas más confiadas, seguras y, en el caso de los hombres, aprenden a tener una masculinidad afectiva (no serán machistas, intolerantes, tendrán mejores relaciones emocionales con hombres y mujeres).
LEA MÁS: Padre e hijo pilotos entran a la historia al compartir el último vuelo de cada uno
Pero aclaran que ese rol, en caso de ausencia, podría ser cumplido por un abuelo, un tío o un padrastro.
La dinámica familiar está cambiando y ya no son tan comunes las familias tradicionales, pero eso no afecta en la crianza del niño porque no es necesario que papá y mamá tengan una buena relación de pareja, sino que se entiendan entre ambos y comprendan que tienen la responsabilidad compartida de la crianza del hijo y que deben pensar siempre en el bienestar de este.