El fentanilo es una droga muy peligrosa que está causando muchas muertes en distintos países, por lo cual ya tiene en alerta a las autoridades ticas.
La sustancia es un opioide que se considera 50 veces más potente que la heroína y cien veces más fuerte que la morfina.
Ahora hay una nueva forma de identificar quiénes consumen fentanilo gracias a un aporte que hizo el doctor Jerson González, del programa de Doctorado en Ciencias de la Universidad de Costa Rica.
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Él desarrolló un biosensor para la detección de la droga en las muestras de orina.
“Hay un desafío muy importante tanto para las autoridades como para los sistemas de salud que tienen que lidiar con personas que han sufrido algún tipo de sobredosis o de intoxicaciones. Con este tipo de sensores electroquímicos se pueden tener resultados oportunos con una calidad analítica rigurosa y así brindar una atención médica inmediata y oportuna”, explicó González.
“Mi deseo es que esta información científica que se está generando a partir de la investigación pueda contribuir en el abordaje integral de la problemática social y a que en el corto y mediano plazo haya un tema de discusión sobre la mesa para la reclasificación general de las drogas”, agregó el científico, quien resalta la importancia de un enfoque científico en la toma de decisiones, así como en la preparación de Costa Rica para afrontar la crisis de opioides que se avecina para los países latinoamericanos, específicamente con el uso de fentanilo.
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Difícil camino
En su búsqueda por adquirir patrones de drogas necesarios para sus estudios científicos, González se enfrentó a las estrictas regulaciones existentes en Costa Rica. Sin embargo, gracias a una colaboración estratégica con el Departamento de Ciencias Forenses de la Universidad de Virginia Occidental, en Estados Unidos, se logró una donación de un conjunto de drogas sintéticas para iniciar el proyecto de investigación.
“Decidimos no ir por la vía tradicional debido a las barreras burocráticas en Costa Rica. La colaboración con la Universidad de Virginia Occidental nos permitió acceder a las sustancias necesarias para avanzar en nuestra investigación”, afirmó el doctor.
González asegura que una de las ventajas principales de los sensores desarrollados en su tesis radica en su bajo costo y portabilidad, lo que permite su uso en el campo para obtener resultados en cuestión de pocos minutos.
Estos dispositivos funcionan tanto para el análisis de muestras biológicas provenientes de personas que han ingerido drogas, como para muestras de incautación, lo que los convierte en una herramienta valiosa para la detección preliminar, rápida y eficaz de sustancias psicoactivas en diversos contextos.