Una famosa y conocida pareja ha llevado mucho color y sonrisas a Santo Domingo para honrar una de las principales tradiciones en ese cantón como lo son las cimarronas y mascaradas.
Este matrimonio nació en Barva hace más de cinco décadas, pero hizo de Mingo su hogar y por muchos años se lució en sus calles, pero ahora el paso del tiempo lo ha golpeado bastante, por lo que el grupo que está a su cargo pide ayuda para hacer que luzca como en sus años mozos.
Hablamos de un par de gigantes, dos icónicas máscaras que han sido representativas del folclor no solo del cantón, sino de Heredia en general, pues se han lucido a lo largo y ancho de la provincia volviéndose un símbolo florense en fiestas patronales y cualquier pachanga.
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El Gigante y la Giganta vendrían siendo como los tatas de otras mascaradas que se hicieron tiempo después, por eso no solo está su importancia cultural, sino el valor sentimental apegado a ellas, por eso es que la Comisión Domingueña de Mascaradas y Alboradas metió mano en el tema.
La organización cultural lanzó la campaña “Rescate a los Gigantes”, en la que buscan fondos para poder restaurar las máscaras, la primera colecta inició hace unos días y se mantendrá hasta el 31 de octubre, las donaciones se reciben por sinpe móvil al número 8992-3766 a nombre de Allan Arce.
Juan José Carazo, uno de los líderes de la Comisión, explicó que todo el esfuerzo lo hacen para rescatar un poco de la herencia cultural del cantón y la alegría que trae a la comunidad, ese es uno de los fines del grupo que además realiza presentaciones y shows en todo el país.
“Estos gigantes son legendarios, por así decirlo, son muy importantes, tanto por el mascarero que las hizo, como por la historia que tienen, fueron hechas hace 56 años. Lo que pasa es que en Santo Domingo antes no había mascareros, sino que somos más recientes, entonces toda la vida se traían máscaras de otros lugares.
“Hace 120 años, aproximadamente, que datan los primeros registros que tenemos de máscaras en Santo Domingo, venían de San José, de Cartago y ya más adelante cuando, ya se instauró la mascarada en Barva, por ahí de los años 60 o 70, empezaron a traer máscaras de allá. A partir de unos 50 años entonces es que Santo Domingo toma la identidad también de traer estas máscaras, a la gente le gustaron mucho y a partir de ese momento se tomaron como si fueran del pueblo”, explicó.
Desde hace 20 años, al ver los daños que tenían las máscaras, un integrante de la Comisión, grupo que tiene más de sesenta años en el cantón, logró que le dieran las máscaras que estaban en mal estado y las chanearon, pero ahora necesitan otra manita.
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“Las máscaras estuvieron guardadas un tiempo y hace once años las volvimos a sacar en las actividades del día de Santo Domingo, las fiestas patronales y los recorridos de mascaradas. Fue un momento que fue como un booom, porque todos los lugares adonde fueron icónicas, en Barva, Santo Domingo y otros lugares hace mucho tiempo, creían que estas máscaras ya no existían, volverlas a sacar y verlas fue algo con lo que todo mundo se contentó mucho.
“A nosotros las máscaras nos las prestaban, pero el dueño como ya está un poco retirado de estas cosas, las puso a disposición nuestra completamente para que podamos restaurarlas y mantenerlas debidamente, porque en este momento sinceramente las tiene ahí botadas y nuevamente se están dañando, por lo que hacemos la colecta para poder tenerlas bien nuevamente”, explicó Carazo.
En Mingo este tipo de tradiciones siguen vivas y ahora son los jóvenes los que las han adoptado, Juan José tiene 35 años, se dedica a la enseñanza de la música y en el grupo hay chicos hasta de 15 años y señores que ya son ciudadanos de oro, es una pasión que no conoce de edades ni géneros.
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“En muchos pueblos de Heredia son tradiciones que siguen vivas, que tienen gigantes de 70 años, cabezudos (disfraces solo con máscaras, sin altura). La Comisión ha sido el grupo que a través del tiempo se ha encargado de que hoy en día Santo Domingo tenga esta tradición vigente.
“Empezó como un grupo de señores que ahora solo queda uno de los originales, tiene 85 años años, ahora ya todos somos jóvenes, es un grupo que ha sido del pueblo. Hoy ya tenemos mascaradas propias, gigantes que hemos hecho nosotros, ya tenemos una familia de 16 máscaras que las hicimos entre quince personas que durante tres meses aprendimos a hacer máscaras”, finalizó.