La costarricense Andrea Cecilia Delgado González y sus tres hijos están varados en Cuba desde febrero del año pasado, razón por la cual se ha complicado tanto su existencia que ahora duermen en el suelo y pasan hambre.

Lo peor es que ni la aerolínea con la que viajaron (Copa), ni el ministerio de Relaciones Exteriores, les han podido ayudar a salir de la isla.

“Ya no sé qué más hacer, estoy demasiado desesperada, nadie nos ayuda. La aerolínea nos cambió el vuelo que teníamos este mes para setiembre y eso es una injusticia porque aquí estamos pasando hambre.

“En Costa Rica alguien podría pensar que entre junio y setiembre hay poquito tiempo, sin embargo, cuando no se come bien cada día todo se vuelve un calvario. A mí ya nadie tiene que decirme cómo se vive en Cuba, lo estoy experimentando.

“Conseguir comida es algo muy difícil, así tengas dinero y no quiero ni pensar lo que podría pasar en caso de enfermarse”, nos explica Delgado vía WhatsApp desde el municipio de Placetas, en la provincia de Villa Clara, que es donde se encuentra con sus pequeños.

Ellos están en la casa de un familiar de su marido, pero debido a las dificultades económicas les toca dormir en el suelo y pasar hambre.

El año pasado, justo un mes antes del inicio de la pandemia en Tiquicia (marzo), doña Andrea viajó a Cuba con su esposo, don Hanoy Cordero Rodríguez, quien es cubano.

Ellos jalaron con sus tres hijos: Jeyco David, de 8 años; Janoy Andrés, de 6 años y Juan Diego de 4 años. El viaje lo hicieron porque el abuelito de Hanoy (don Pedro Leandro Rodríguez Hernández), estaba muy enfermo en ese momento (ya falleció).

Estando en la isla, a esta familia tico-cubana se les vino el mundo encima porque el covid-19 empezó a pegar con fuerza y poco a poco se comenzaron a cerrar los aeropuertos por todo el mundo, incluidos los de Cuba, por lo que literalmente quedaron atrapados.

Con la aerolínea lograron, hace varios meses, sacar unos nuevos pasajes aéreos para este mes, pero una semana antes de la fecha programada (hace dos semanas), Copa les canceló y les dijo que solo tenían campo para setiembre debido al tema de aeropuertos cerrados, menos aviones disponibles y menos días autorizados para volar.

Difícil decisión

En medio de la desesperación, Copa les informó que solo tenían un espacio para regresar a Costa Rica, por lo que la familia tomó la difícil decisión de separarse y definir cuál de ellos aprovecharía ese espacio. Después de analizarlo mucho, decidieron que Hanoy bebía regresar a Tiquicia y que Andrea siguiera pulseándola en Cuba con sus hijos. La idea es que el tata se mueva en Costa Rica para que el ministerio de Relaciones Exteriores les eche el hombro. Él regresó este 16 de junio.

“Uno en Costa Rica no tiene ni la menor idea de cómo es el asunto aquí en Cuba. Usted puede tener dinero, pero aquí casi nadie vende comida, hay que salir a buscar cómo y dónde conseguir un poco de arroz por aquí, otro poco de frijoles por allá… esto es muy cruel.

“Uno como adulto puede pasar hambres, pero ver a los hijos hambrientos es muy duro, durísimo. Dormimos en el suelo, no hay televisión, radio y el Internet es solo para emergencias. Los vecinos intentan ayudarnos, pero ellos también están pasando problemas económicos, o sea, nadie puede ayudar. Algo de comida nos ha llegado por parte del gobierno cubano, pero eso no alcanza, le dan a uno un kilo de arroz para muchos días y nosotros somos cuatro”, explica la costarricense nacida en Alajuela.

Este matrimonio es de Canoas de Alajuela. Ella trabajaba en el hospital San Rafael de Alajuela, pero debido al viaje a Cuba renunció. Vecinos y hasta compañeros del hospital la han pulseado para ayudarles económicamente, pero la bronca es que comprar comida en Cuba es supercomplicado.

La embajada de Costa Rica en Cuba está informada del caso, de hecho, hasta el cónsul tico, Marco Vinicio Vargas Carranza, se puso la camiseta y ha conversado varias veces con la gente de Copa, pero siguen sin ubicar cuatro espacios para sacarlos de la isla.

“La importancia de mantener el espacio del 16 de setiembre es para no perder el derecho a ese boleto y permitirle a Copa a mantenerla en su lista de espera. Como le mencioné, no tenemos posibilidades de brindar asistencia económica, ni podemos obligar a Copa a darle espacio, pero don Marco (el cónsul) ha conversado con ellos (con Copa), de manera que estarán atentos y en el momento en que se abra las posibilidades de vuelos adicionales o si se abren cuatro espacios, la llamarán”, le explicó la embajada tica en Cuba a doña Andrea vía correo electrónico.

Intentamos conocer la posición de Copa al respecto, pero debido a la pandemia cerró su departamento de comunicación en Centroamérica y solo atienden desde Panamá en donde tampoco tienen departamento de comunicación. Hicimos la consulta en el Facebook oficial de la aerolínea y responde un robot que dice que la consulta es muy larga para tramitarla.

También le consultamos al ministerio de Relaciones Exteriores tico y nos respondieron que recibieron la consulta y que la atenderían, pero momento del cierre de esta nota no habían respondido.