A finales de febrero pasado les informamos sobre cómo el limonense Garbin Hart Smith se consagró campeón de campeones de comer chile picante. Él nos contó que le costó mucho el título, sobre todo con la prueba final: comer alitas con la chilera Radioactiva, una salsa picantísima y por eso nosotros nos pusimos detrás de ella.
Fue así como todos los caminos nos llevaron a Moravia, con la familia Delgado Esquivel.
Esta lindísima familia nos recibió con los brazos abiertos y nos invitó a dos cosas, una facilita y la otra bien complicada: conocer cómo producen ellos una de las chileras más picantes del país y a probar ese chile.
Lo primero que hicimos fue patear el balde sobre probar el chile picante, para ver si se les olvidaba el asunto, lo segundo, motivarlos mucho en que nos explicaran cómo es el proceso de esa chilera y hacerlos concentrarse en otra cosa que no fuera echarnos a la boca ese chile que estábamos seguros sería del campana.
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Don Ricardo Delgado y su hijo del mismo nombre, lo primero que hicieron y eso nos demostró de una vez que la vaina iba en serio, fue sacar una bolsa llenititica de chiles California Reaper.
Al abrir la bolsa de inmediato se soltó en el ambiente un tremendo sumo picante. Hasta nos echamos para atrás y no es paja, con solo decirles que el California Reaper se ganó el récord Guinness como el chile más picante del mundo entre el 2013 y el 2023, antes de ser destronado por el Pepper X.
El proceso
“Lo primero es separar los chiles entre verdes y rojos, después se lavan muy bien y se les quita como una colita que tienen arriba. Le explico, cuando vamos a hacer la Radioactiva hay que usar guantes, ponerse anteojos de plástico y mascarilla, como las que se usaban cuando el covid-19, porque este chile no es jugando.
“Ya con los chiles listos los pasamos a una licuadora, donde lo unimos con otros ingredientes como apio, culantro, vinagre de manzana, vinagre blanco, perejil, tomillo, otras especies y el ingrediente secreto que son todos 100% naturales”, nos explica don Ricardo, el papá.
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Explica Ricardillo, el hijo, que el chile es tan, pero tan picante que lo envasan en botellitas plásticas de 60 mililitros porque a pesar de que haya una persona que ame el chile y aguante demasiado, lo que le puede echar a la comida es un pellizquito nada más.
“El California Reaper nos lo traen desde Guápiles, también desde San Carlos y la zona sur. Se deben tener medidas de seguridad totales y saber bien que una vez se preparó la tanda de chile, hay que bañarse completico porque el sumo se le pega a uno en la piel, el pelo.
No es jugando
“Le cuento una anécdota, una vez hice el chile y me bañé, pero olvidé restregarme bien las cejas y cuando salí del baño, sin darme cuenta, me toqué las cejas y después un ojo. No tiene idea de lo que rabié de la enchilazón, pasé con el ojo como hora y media echándole agua”, recuerda este papá de una de las chileras más picantes del país.
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Confirma esta familia que esta chilera cumple perfectamente con el refrán: “la esencia viene en botellitas pequeñas” porque muchas personas hasta se ríen de la Radioactiva al ver la chilerita, pero qué va, el asunto con ella es bien serio.
“Es una chilera que se hace en espacio abierto y bien ventilado. Dios guarde hacerlo como en una bodega sin ventanas porque ahí sí que se enchila uno demasiado y hasta los ojos pueden salir muy afectados. Debe correr buen viento y así la hacemos nosotros”, reconoció don Ricardo.
La familia nos atendió en una sodita que tienen en Moravia que se llama Tierra Firme. Ahí nos mostraron parte de las 18 chileras que hacen y venden en diferentes partes del país.
La Radioactiva es la más picante de todas, por el momento, porque esperan pronto hacer una con aquel chile que les contamos, el Pepper X.
Pica rico
Estaban terminando de explicarnos los detalles de la Radioactiva cuando llegó don Andrés Calvo, quien tiene unos nueve años de comer en la sodita.
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“Yo soy bueno para comer chile. He visto como ellos fueron poco a poco con chileras cada día más picantes y yo feliz porque me encantan. Una buena comida se alegra más con un buen chile.
“Ya probé la Radioactiva y en verdad es que es muy picante, pero le digo algo, es superpicante sin provocar que uno quiera dejar la comida botada, al contrario, pica rico y dan más ganas de comer”, comenta don Andrés.
Por cierto, al final no nos pudimos capear la probada de la chilera… ¡sí es del campana! Es lo único que les decimos porque lo mejor es que usted vaya a probarlo si es amante del chile.