Alajuela es una provincia especial y cargada de personajes únicos. De gente linda, gente importante y que supo llevar con gran honor el privilegio de haber recibido su apodo en el puro corazón alajuelense.
Uno de esos personajes especiales fue don Fernando Teófilo de la Trinidad Chavarría Ardón, a quien casi nadie lo conocía por ese nombre, pero cuando le arrimamos el apodo manudo que le dijeron toda su vida, el asunto cambia, hablamos de Pollo Macho.
Pues con mucho dolor se confirmó, este viernes 9 de febrero, que don Fernando falleció. Pero mejor sigamos diciéndole como al pueblo le encantaba decirle.
Pollo Macho no era de Alajuela, Alajuela era de él y a la gente de la provincia, primero, y al país entero, después, les encantaba eso.
Los manudos contaban que había un señor al que le decían Pollo Macho que era el dueño de la mitad de Alajuela y si uno preguntaba: “¿Quién era el dueño de la otra mitad?”. Los alajuelenses siempre respondían: “Ya Pollo Macho se la heredó a los hijos”.
Un retoño suyo es quien confirmó el lamentable fallecimiento de quien, sin duda, fue uno de los pilares del avance económico de Alajuela.
No hay un alajuelense que se niegue a aceptar que Pollo Macho es tan representativo en la provincia como el parque Juan Santamaría, el estadio Alejandro Morera o el aeropuerto.
En el parque central manudo todo el mundo sabe de Pollo Macho y la gran mayoría asegura que en algún punto de su vida hasta bebió café con él un día que llegó a una sodita.
Don Fernando fue agricultor de casi toda la vida. Es de familia de agricultores y cuando sus papás fallecieron fue heredado, a partir de ahí amarró negocios y sirvió como una de las principales personas que desarrolló comercialmente la provincia.
Cofundó Almacenes Casa Blanca y supermercados Rayo Azul, que fueron un pegue en la provincia manuda a tal punto que la gente de MásxMenos después se los compró y, dicen, que con esa platica fue que compró la otra mitad de Alajuela que le hacía falta.
Los que no son de Alajuela, en una gran mayoría, siempre pedían que los llevaran a pararse en la acera de la casa de Pollo Macho, frente a donde está construida una de sus grandes obras, el Centro Comercial Plaza Real, porque en esa enorme propiedad, desde la calle Ancha, se podían ver venados y pavos reales.
Siempre pasaba alguien a la par de quienes estaban viendo el pequeño zoológico que tenía y decía: “Esta es la casa más pequeñita que tiene Pollo Macho en Alajuela. No le gusta venir aquí porque son solo dos cuadras de terreno”.
La familia confirma que la vela será a partir de las tres de la tarde de este viernes 9 de febrero en Jardines del Recuerdo y el funeral inicia las 10 de la mañana del sábado 10 de febrero con la misa en la catedral alajuelense.
Humilde
El investigador de la historia alajuelense y costarricense, Ronald Castro Fernández, quien nació y vive a 100 metros de la famosa casa esquinera de don Fernando a la entrada de Alajuela, sobre la calle Ancha, creció escuchando los pavorreales de Pollo Macho, al final de las tardes.
“La leyenda de Pollo Macho está cargada de tremendos mitos y grandes verdades. Como su famosa casa quedaba a la entrada de Alajuela tenía en la acera una parada de los buses que venían de San José y del INVU, la gente mientras esperaba el bus veía los pavorreales y los venados que andaban sueltos por la propiedad.
“Las nuevas generaciones, los alajuelenses de 20 años, ya elevaron a Pollo Macho a leyenda urbana. Hasta el día de hoy hay muchos jóvenes que me preguntan, incluso por redes sociales, si es cierto que existe una persona en Alajuela a la que le dicen Pollo Macho o es un cuento”, recordó el investigador.
Don Ronald, quien sí conoció a Pollo Macho, explica que la gente todavía algunos años atrás, se lo podía topar en cualquier esquina del centro alajuelense.
“En Alajuela se mantiene todavía aquello de que no hay divisiones de clases sociales en el parque central. En una banca se sientan juntos un diputado, un doctor y la persona que pide dinero en la calle.
“Pollo Macho se lo topaba uno por cualquier acera y también en el parque Central conversando con todos. Todavía antes de la pandemia me lo topé”, recordó.
Pollo Macho era trabajador
Uno de los primeros trabajos que tuvo don Fernando fue como cobrador de la entrada en el Club de la Liga y también en el famoso cine Milán (estaba al costado sur del parque Central). Creció en una casa frente al costado sur de la Catedral.
“Los alajuelenses tenían un límite cultural, la calle Ancha, todo el comercio estaba en pocos cientos de metros, pero en los noventas llegó el Mall Internacional, que era de Pollo Macho, y se rompió esa mentalidad, la gente comenzó a salir de la calle Ancha para comprar y para entretenerse porque había cines.
“Fue un gran comprador de propiedades, especialmente si eran esquineras. Su gran legado fue fomentar el comercio en su amada Alajuela. Viene de una familia de comerciantes que lograron dinero con el cultivo del café y la compra de propiedades”, aseguró el historiador.
Nos unimos al inmenso dolor de la familia de don Fernando, gran figura de una provincia grande.