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El pueblo costarricense habló y decidió que, como decimos popularmente, ¡otra vez nos vamos a penalitos!
Lo único que podemos decir desde ahora es que el próximo presidente de la República será de apellido Alvarado.
Fabricio Alvarado, el candidato del Partido Restauración Nacional, y Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana, se enfrentarán solos en las urnas el domingo 1 de abril.
Anoche ellos encabezaban los resultados. El candidato evangélico llevaba un 24.9 % y el aspirante oficialista un 21.4%.
Una de las sorpresas más grandes de la jornada fue que Liberación Nacional, con Antonio Álvarez Desanti como aspirante, quedó fuera de la segunda vuelta, la tercera a la que vamos los costarricenses en nuestra historia.
El verdiblanco llevaba 18.9 % de los votos y Rodolfo Piza, del Partido Unidad Socialcristiana, un 15.4%.
Ninguno de los 13 candidatos logró el 40% de los votos necesarios para ganar.
A las 8: 10 de la noche, el Tribunal Supremo de Elecciones empezó la sesión solemne para comenzar a dar los primeros resultados de unas elecciones que mantuvieron al país comiendo uñas, sin un favorito claro hasta este propio domingo 4 de febrero.
Luis Antonio Sobrado, presidente del TSE, dijo lo que se había notado en todo el país, que las elecciones transcurrieron en calma total, sin un solo incidente.
Lo mismo pasó en los otros 42 países donde se abrieron mesas de votación para que los ticos pudieran ejercer su derecho.
En total fueron 6.542 las juntas receptoras de votos a las que estaban invitados 3.290.465 de ciudadanos.
En el primer corte dado a conocer por el TSE, Fabricio Alvarado, el Partido Restauración Nacional encabezó los resultados con un 26.7 %; le siguió Antonio Álvarez Desanti, de Liberación Nacional, con 22.6 % y en el tercer lugar iba Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana, con un 16.1%.
Esos resultados equivalían a 765 mesas (el 11 % del total).
Esos números desataron la locura en el hotel San José Palacio, donde estaban reunidos los seguidores de Fabricio Alvarado.
A la cabeza del festejo estaba Carlos Avendaño, candidato a diputado en el primer lugar por San José.
Aunque en ese momento los liberacionistas iban en el segundo lugar, nadie en el Balcón Verde se atrevía a mover banderas o gritar por su candidato.
Y algo muy parecido se vivía en el PAC, donde los seguidores de Carlos Alvarado veían como parecía irse el chance de una segunda ronda.
Pero el panorama de los rojiamarillos empezó a cambiar cuando se fueron conociendo resultados más frescos y Carlos Alvarado pasaba al segundo lugar.
Antonio Álvarez Desanti se dirigió a sus seguidores reunidos en el Balcón Verde a las 10 p.m.
Empezó felicitando a los dos candidatos que se verán en las urnas ese primer domingo de abril, que cierra la Semana Santa.
“Trabajaré muy cerca de la futura fracción para que se implementen las propuestas que hicimos. Quiero agradecer a cada uno de los que trabajaron a lo largo de estos meses y que (este domingo) estuvieron desde tempranas horas defendiendo nuestras ideas”, dijo Álvarez.
Esa fue su manera de reconocer que los resultados no le favorecían a Liberación Nacional.
Religión en medio
“La religión tuvo un papel muy fuerte en esta elección”, comentó el analista político Carlos Chinchilla sobre la ventaja que consiguió Fabricio Alvarado.
El diputado evangélico, de 43 años, hasta diciembre no pasaba de 3% de apoyo en encuestas.
Se disparó después de que se conoció el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Finalmente tenemos un candidato que comparte nuestros valores”, dijo Delfina Reyes, maestra pensionada que fue a saludar a Fabricio Alvarado cuando este llegó a votar, a una escuela de Desamparados.
