Los expresidentes de la República condenaron las declaraciones dadas por el mandatario Rodrigo Chaves, el viernes anterior, cuando se refirió a Costa Rica como la “dictadura perfecta”, razón por la cual firmaron un documento, en el que les piden a las autoridades trabajar por seguir fortaleciendo al país como una verdadera democracia.
Óscar Arias, Rafael Ángel Calderón, José María Figueres, Miguel Ángel Rodríguez, Abel Pacheco, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado elaboraron esta carta. Chinchilla la compartió en sus redes sociales, con el siguiente mensaje:
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“Los expresidentes de Costa Rica rechazamos la afirmación de que nuestra nación es una ‘dictadura perfecta’ lo que nos equipara equívoca e irresponsablemente con países como Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua, que avergüenzan a la humanidad.
COSTA RICA ES UNA VERDADERA DEMOCRACIA
— Laura Chinchilla M. (@Laura_Ch) June 19, 2024
Los expresidentes de #CostaRica🇨🇷 rechazamos la afirmación de que nuestra nación es una “dictadura perfecta” lo que nos equipara equívoca e irresponsablemente con países como Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua que avergüenzan a la… pic.twitter.com/RX5O6n4aCD
Reclamo
Parte del texto de los expresidentes dice lo siguiente:
“El 14 de junio de este año, durante un evento en La Fortuna de San Carlos, el presidente de la República manifestó que Costa Rica lleva 75 años en la ‘dictadura perfecta’. Es decir, equiparó a Costa Rica con países como Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros, donde las y los ciudadanos no eligen libremente a sus gobernantes, donde existen presos políticos, donde no hay libertad económica, donde la libertad de expresión se castiga, entre muchas otras condiciones de represión que avergüenzan a la humanidad.
“Este tipo de declaraciones deben rechazarse. Por esta razón, publicamos este comunicado. Lo hacemos para defender la verdad histórica, hacer justicia a las luchas republicanas y democráticas de nuestros antepasados, apelar a la conciencia ciudadana sobre el inmenso valor de nuestras instituciones democráticas de toma de decisiones y de control, y proteger el prestigio internacional de la democracia costarricense.
“Por supuesto que nuestra democracia arrastra hoy deudas con la ciudadanía. Tal y como hoy sucede con la inseguridad ciudadana y el exponencial crecimiento de la violencia homicida, de los femicidios y de los asaltos, con la carencia de infraestructura, con las deficiencias en la educación pública y con el debilitamiento de los programas sociales. También, con las miles de familias a las que hoy se les raciona el agua y corren el riesgo de sufrir igual suerte con la electricidad
Somos conscientes de que falta mucho, muchísimo por hacer para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y seguir fortaleciendo nuestra gobernabilidad. Pero la única vía para seguir construyendo un país más próspero e inclusivo es con apego a nuestros valores democráticos y perfeccionando las instituciones que hasta ahora nos han garantizado la transición ordenada del poder, el ejercicio de la autoridad en beneficio de las mayorías y una convivencia política y social mayormente pacífica”.